El complejo, situado en Antigua, se compone de 100 chalés, tres hoteles, campos de golf y playas privadas.

El líder del opositor partido Italia de los Valores (IDV), Antonio di Pietro, exigió ayer al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que comparezca ante el Parlamento para dar explicaciones sobre la supuesta compra de un lujoso complejo residencial en el archipiélago caribeño de Antigua y Barbuda.

Di Pietro se erigió ayer en portavoz de la oposición para requerir explicaciones a Berlusconi sobre un asunto que se ha convertido ya en una nueva polémica en torno al primer ministro y que ha estallado por la emisión el domingo de un reportaje en el programa Report , del canal público de televisión Rai Tre.

«Quien desempeña ciertos cargos públicos tiene el deber moral y político de actuar con la máxima transparencia y en el seno de la legalidad», añadió.

En el reportaje se asegura que el primer ministro ha pagado por un gran complejo residencial costero unos 22 millones de euros, precio, según Report , que está por debajo del valor del mercado para una propiedad que los lugareños llaman ya «el castillo» y que ha sido construida en un terreno comprado al Estado caribeño.

Dinero negro

En el registro catastral de Antigua y Barbuda figura a nombre de Berlusconi una compra (fechada el 20 de septiembre de 2007) de cuatro acres de terreno a la sociedad Flat Point Development, con sede en el país caribeño y que, a su vez, se había hecho con 29 acres para construir el complejo urbanístico Emerald Cove.

Los autores del reportaje, que la noche del domingo congregó a 5 millones de telespectadores y que destaca cómo Antigua y Barbuda es uno de los 38 países que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) incluye en su lista de países que no respetan los estándares fiscales internacionales, ponen además la sospecha sobre el modo en el que pudo llevar a cabo la operación Berlusconi.

Aseguran que ésta se produjo a través de una entidad financiera, la Banca Arner, que supuestamente ha realizado la transacción del dinero del primer ministro desde Milán a Lugano (Suiza) sin las adecuadas declaraciones ante el Banco de Italia.