Carmen Lomana junto a Kasia Gallanio en una imagen que ha compartido en redes. | Instagram

La mañana de este martes saltaba la noticia de que Kasia Gallanio, exprincesa de Catar había sido hallada muerta en su domicilio de Marbella, en Málaga. Agentes de la Policía Nacional accedieron a la vivienda sobre las 8 de la mañana del domingo 29 de mayo tras ser alertados por su hija de que no respondía a sus llamadas y, cuando los agentes llegaron, encontraron el cuerpo de la mujer de 46 años en la cama sin signos de violencia.

A las pocas horas de hacerse pública la noticia Carmen Lomana ha querido mandar un mensaje a su amiga a través de las redes sociales. La empresaria ha compartido en su Instagram dos fotografías en las que aparece junto a Kasia acompañadas por unas palabras de cariño: «Mi querida Kasia te has ido y me produce enorme tristeza. Nos alegrabas con tu belleza y cariño. Ya te habrás encontrado con nuestro querido Ahmed Ashmawi». Ahmed era hijo del jeque Ashmawi y falleció, también en Marbella, en septiembre de 2021 tras una larga enfermedad.

Carmen es un rostro habitual de la Costa del Sol, zona a la que acude siempre que puede para disfrutar del sol y el mar. Precisamente en Marbella conoció a Kasia y, tal y como se puede apreciar por las imágenes publicadas en sus redes, ambas mantenían una muy buena relación. La fallecida se encontraba en una sonada batalla legal contra Abdelaziz bin Khalifa Al Thani por la custodia de sus tres hijas menores en 2012, en un caso que se ha ido prolongando.

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El pasado 19 de mayo, el tribunal judicial de París desestimó las demandas de la mujer, que en noviembre había pasado varios meses hospitalizada y que, según Le Parisien, era propensa a las crisis nerviosas y a las curas de desintoxicación. «Mi clienta se vio devastada por esta decisión. Creo que, sobre todo, ha muerto de pena», aseguraba su abogada, Sabrina Boesch, que se encuentra en España con las dos hijas mayores de la mujer, de 17 años, que tuvieron que identificarla este lunes. El padre, de 73 años, no les dirige la palabra y solo les cubre los gastos de «hoteles modestos o alojamientos de corta duración», mientras que la menor de las hermanas, de 15 años, vive en su casa.