Joseph Fiennes y María Dolores Diéguez.

Están juntos desde el año 2005, pero la boda tuvo lugar durante el verano de 2009. Se habían conocido en una isla del Mediterráneo: Sicilia. En concreto, en Taormina. Él era la imagen publicitaria de unos relojes; ella, una modelo que trabajaba para la misma marca. La chispa surgió en un restaurante. «Lo miré a los ojos y pensé: 'Guau'. Hubo una fusión muy fuerte. Fue químico», recordaría ella años después en Vanitatis. Pero donde de verdad encontraron un lugar en el que echar raíces estaba en otro lugar, algo más al oeste: las Islas Baleares. Y en concreto, Mallorca.

Joseph Fiennes y la hispano-suiza María Dolores Diéguez son una de esas parejas que llevan un perfil bajo en Hollywood: van a los eventos cuando es necesario pero, si pueden evitarlo, prefieren estar en casa. Celosos de su vida privada, pero tampoco herméticos: al fin y al cabo, él ha triunfado recientemente interpretando a Fred Waterford en una serie de éxito mundial como El cuento de la criada.

Por eso no sorprendió cuando, tras el nacimiento de su primera hija pero antes de la llegada de la segunda (entre 2010 y 2011) decidieran acabar con su vida en Los Ángeles y mudarse a la Serra de Tramuntana, de las que están enamorados. De hecho, la segunda de sus hijas, Isabel, nació en Campanet, un municipio de dicha sierra. A la primogénita, de 12 años, la bautizaron como Sam.

Allí han estado viviendo en su chalé, junto con otra casa que en el centro de Palma -en el conocido barrio de La Bonanova-, durante la última década hasta que han decidido que lo mejor era trasladarse a una de las zonas que más en boga están en la isla: Son Vida. En dicha urbanización, de una enorme exclusividad y que le ha dado suma importancia a la privacidad y la seguridad, explican desde Vanitatis, están a punto de estrenar una espectacular vivienda. De hecho, ambos están visitando las obras con bastante regularidad y el otro día podían ser vistos departiendo con el aparejador sobre los progresos, lo que resta y alguna que otra apreciación.

La vida del intérprete de Shakespeare enamorado o Enemigo a las puertas está más que hecha a la idiosincrasia balear y de hecho fue a ver junto con su esposa, nacida en Suiza hija de emigrantes españoles, los avances en su futura casa, cuya construcción comenzó hace más de año y medio, tras dejar a sus hijas en el colegio. De hecho, explican desde el citado medio que están tan avanzadas que podrían acabar en las próximas semanas, algo que Fiennes está compaginando con su próxima cinta, The mother, protagonizada por Jennifer Lopez y Gael García Bernal y para la que está viajando con asiduidad a la isla de Gran Canaria.

Tal y como dio a conocer el periódico local Diario de Mallorca, el diseño de la vivienda ha corrido a cargo de Ohlab, un galardonado estudio de arquitectura mallorquín fundado y dirigido por Paloma Hernaiz y Jaime Oliver y cuya filosofía está orientada con el ecologismo: siempre buscan utilizar materiales locales para la mejor integración de la construcción en el entorno y el menor impacto en el planeta gracias a la reducción de transportes.

Asimismo, dicha eficiencia energética les ha llevado a conseguir, como en su Casa Xaloc, una vivienda de consumo cero, o, como explicaron en abril del año pasado a la Revista AD, que la sostenibilidad sea una prioridad en sus proyectos siguiendo «los estándares Passivhaus, reduciendo hasta casi un 90% las necesidades de climatización y refrigeración respecto a edificaciones convencionales».

Sin embargo, hay un elemento -que recuerdan desde el portal de El Confidencial- que no está gustando a todo el mundo por igual. Son Vida, que está dentro del 3% de los barrios más ricos de España, está expandiéndose tanto que se está haciendo muy complicado continuar con una vida tranquila. Y además la nueva casa de Joseph Fiennes y María Dolores Diéguez -quien en su trabajo como artista utiliza el seudónimo de Lola Álvarez- es precisamente uno de los epicentros del problema.

La que hasta ahora era una urbanización para gente muy pudiente como antiguos deportistas (Carlos Moyá y su esposa, la actriz Carolina Cerezuela; el exportero alemán Oliver Kahn; o la tenista Anna Ivanovic) y políticos y empresarios como Mona Nasser, la hija del presidente egipcio Gabal Abdel Nasser, el heredero de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer o Moody Fayed, el sobrino del millonario egipcio Mohamed Al Fayed, está viviendo ahora una época insoportable por el continuo sonido de las obras.

De hecho, el exfutbolista Steve McManaman, y su mujer, la abogada Victoria Edwards, se han mudado porque ya no lo soportaban más, como ella misma expresó en una entrevista al diario Mallorca Bulletin, asegurando que Son Vida era ahora «un sitio [destinado] completamente a la construcción». "El área ha sido arruinada. El ruido al que estábamos siendo sometidos todos los días era apabullante, muy por encima del límite legal", se quejó.