Se hizo historia. El emotivo homenaje a Rafa Nadal en Roland Garros aglutinó a fans del tenis de todo el mundo y también a la élite deportiva. A ritmo de música pop el legendario tenista salió en traje a la pista en la que dominó hasta en 14 ocasiones para darse un baño de masas después de anunciar su retirada el pasado octubre. La organización repartió camisetas color tierra batida con el mensaje 'Merci Rafa' (gracias Rafa) en la pechera. Las pancartas y las banderas españolas salpicaban las gradas con mensajes de agradecimiento. La voz de Rafa no tembló al coger el micrófono, pero al final de cada frase se podía ver cómo se esforzaba por contener el llanto y la emoción.
Con voz decidida comenzó su discurso narrando sus incios en Roland Garrós y un pequeño resumen de su paso por la legendaria pista de Philippe-Chatrier: «It's been an incredible story that began back in 2004 when I came to Roland Garros for the very first time. I could barely walk due to my foot injury, but that year I climbed to the top of the court in crutches». («Ha sido una increíble historia que empezó en 2004 cuando vine a Roland Garros por la primera vez. Apenas podía caminar debido a mi lesión de pie, pero ese año escalé hasta la cima de la pista en muletas»). Rafa recuerda así la dolorosa fractura de estrés en el escafoides del pie izquierdo que lo mantuvo fuera de las pistas durante varios meses y que le impidió competir ese año en torneos como Roland Garros, Wimbledon, Montecarlo, Barcelona y hasta los Juegos Olímpicos.
Después de hacer un resumen de su paso por la pista de tierra batida, el mallorquín cerró su intervención con un mensaje de deportividad, admiración y respeto hacia sus eternos rivales: «Truly, nothing would have been as thrilling without this longlasting rivalries that have driven all of us to improve every single day».
«De verdad, nada hubiera sido tan emocionante sin las largas rivalidades que nos han empujado a todos a mejorar cada día», finalizó Nadal, y acto seguido rompió en llanto, al tiempo que su mujer hacía lo propio desde la grada y el presentador daba paso a cuatro leyendas del tenis que encarnarían esa rivalidad: Andy Murray, Novak Djokovic y, por supuesto, Roger Federer.
Las caras de los rivales aparecieron en pantalla gigante, desde la que se proyectaba un vídeo homenaje que cada uno había grabado. Emotivos discursos de respeto cargados de emoción que terminaron de empapar los ojos de Nadal en lágrimas.
«Your old friends are here for you» («Tus viejos amigos están aquí para ti»), anunció el presentador, y las tres estrellas salieron a la pista para mostrar sus respetos a Rafa Nadal, leyenda entre leyendas, dueño y señor de la tierra batida. La organización presentó un trofeo homenaje con un mensaje que rezaba: «Legend» («Leyenda»), y revelaron la placa con la que habrían de inmortalizar la huella de Nadal por los siglos de los siglos, incrustada en la tierra roja para siempre, justo debajo de su nombre y del número 14, el número de veces que el mallorquín se alzó victorioso en la tierra parisina.
«Le plus grand joueur en l'histoire de Roland Garros: Rafael Nadal» («El jugador más grande de la historia de Roland Garros: Rafael Nadal») fue la despedida del presentador, al tiempo que el mallorquín tomaba a su hijo pequeño en brazos y se despedía entre lágrimas de la que sería su despedida definitiva, para siempre, un antes y después en la historia del tenis en una tierra que al principio lo detestó y luego lo acogió como a un hijo propio a fuerza de verlo ganar año tras año en un ascenso meteórico que lo colocó en la historia del tenis mundial.
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Lo que es despedirse... ya en 2023 no fue por lesión. En 2024, le despidieron en el primer partido.