José Luis Pérez, el último fichaje del San Rafael, tiene muy claro que deberá emplearse a fondo si quiere hacerse con un hueco en el equipo titular. El ex jugador de la UD Ibiza, de Regional Preferente, afirmó ayer que «no voy a ir de paseo a Sant Rafel». «El entrenador me ha dicho que acabo de fichar y no voy a entrar en el once inicial por mi cara bonita. Me lo tengo que ganar con esfuerzo», explicó el futbolista.

La incorporación azulina se describió como «un jugador joven y físicamente fuerte. Técnicamente estoy bien preparado, pero por arriba necesito mejorar». Sobre su posición en el campo -en teoría es un centrocampista-, bromeó: «Ya no sé lo que soy. He jugado en el centro del campo, de lateral, de extremo... Soy muy polivalente».
Mario Ormaechea, técnico del San Rafael, comentó en la edición de ayer de Ultima Hora que el ex rojillo tardará «un mes o mes y medio en entrar en el equipo» debido a que «físicamente está tieso». El propio jugador se encargó de confirmarlo y explicar por qué: «En la UD Ibiza llevamos un mes o mes y medio sin entrenar. En todo ese tiempo, hemos jugado sólo dos partidos y los terminé hecho polvo. No los acabé al cien por cien. Aguanté hasta el final porque no quedaba más remedio».

El futbolista apuntó que también barajaba una oferta de la Penya Esportiva Sant Jordi, de Regional Preferente, pero que finalmente se decantó por la tentativa rafelera: «Hasta el último momento estuve planteándome si ir al Sant Jordi o al San Rafael. Al final elegí este último por prácticamente todo. Si no subiera el Sant Jordi a Tercera, ¿qué haría yo? Y como Mario me ofreció dos temporadas y el equipo está en una categoría superior, pues me decidí por su oferta».

En el conjunto azulino coincidirá con varios jugadores con los que compartió vestuario la temporada pasada en Tercera, tales como Carlos Fernández, Pepe Grimaldo, Bonilla y Víctor. José Luis piensa que el club rafeler acertó en ficharlos, porque «con ellos ha formado un buen equipo».

Sobre su salida de la UD Ibiza, un club en plena crisis económica desde la campaña pasada, el centrocampista no tuvo palabras precisamente bonitas: «Antonio Stina nos hizo muchas promesas, pero luego no cumplió ninguna. Yo no hablé mucho con él, porque yo no sé italiano, pero nos falló».

El jugador quiso aclarar que jugó el pasado domingo contra la Peña Independiente porque así lo quiso él mismo, no porque fuese chantajeado para conseguir la carta de libertad: «Jugué porque yo quise. Es más, no decidí jugar hasta el último momento. Llamé a Ibon Begoña y le dije que quería jugar para estar físicamente un poquito mejor y tomarme el partido como un entrenamiento».