Desde que se tuvo que enfrentar con los gurús de la economía mundial en Davos, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha cosechado una semana llena de errores y datos económicos negativos.

La política económica del Gobierno es un crisol de rectificaciones, que le llevaron a da un giro de 180 grados en sus afirmaciones de hace unos meses. La reforma laboral es la última y quizás la más espectacular.

Desde su ya lejana obsesión por negar que hubiera crisis y utilizaba el eufemismo «desaceleración», hasta cambios más recientes que demuestran que el Gobierno es muy cambiante en materia económica.

Lo cierto es que desde Davos, donde las preguntas obligaron a Zapatero a ponerse a la defensiva, se ha visto obligado a mostrar un lado menos positivo de la economía española. Luego, informaciones y opiniones duras con la labor del Gobierno fueron surgiendo en los principales diarios económicos, desde el Financial Times al The Wall Street Journal.

Nubarrones

Los datos del paro, que superó por primera vez la barrera de los cuatro millones de desempleados, mostraron el neviosismo de los miembros del Ejecutivo, que ven como los nubarrones no espantan, al contrario siguen instalados sobre la economía española.

Para cerrar boca, el martes, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, pidió a Zapatero que provocara una crisis de Gobierno y aprovechando la remodelación redujera los ministerios. Ayer fue lo peor. La filtración de los recortes en las pensiones y la rectificación posterior pone en duda el control real del Ejecutivo sobre la crisis.

La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, dijo anoche en Onda Cero que el Gobierno no ha propuesto ni propondrá ampliar el período de cotización para calcular las pensiones.

Elena Salgado aclaraba así su decisión de suprimir un texto de la actualización del Programa de Estabilidad 2009-2013 que el Ministerio de Economía envió ayer a la Comisión Europea, calificado por la ministra de «ejemplo», en el que se proponía aumentar en diez años el período para calcular el cobro de las pensiones.