La activista española Ariadna Jové Martí, detenida ayer domingo junto a su compañera australiana Bridgette Chappell durante una incursión del Ejército israelí en la ciudad cisjordana de Ramala, ha advertido de que no va a firmar el documento de su propia deportación, según informaron fuentes diplomáticas españolas. La vista sobre su posible deportación se celebrará esta mañana en Jerusalén.

En declaraciones a Radio Nacional, el encargado de asuntos consulares de la Embajada de España en Israel, Manuel Durán, explicó que ayer mismo se reunió con Jové en la cárcel y que, durante su entrevista, la voluntaria catalana le aseguró que, «desde luego, no iba a firmar el documento de su propia deportación y que, por lo tanto, iba a resistirse». El Tribunal Supremo israelí paralizó ayer domingo la deportación de las dos activistas a la espera de la audiencia de esta mañana.

Jové explicó también al responsable consular que la organización a la que pertenece, el Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM, por sus siglas en inglés), no es una ONG. «Es un movimiento que, básicamente, apoya la causa palestina», declaró. «Ella trabaja como voluntaria, y la ciudadana australiana que fue detenida trabaja también como voluntaria, y hay ciudadanos de varias nacionalidades», agregó.