El juicio para los dos acusados, un colombiano y un argentino, tenía que haberse celebrado ayer pero la defensa de uno de los sospechosos pidió un aplazamiento para que pudiera incorporarse a la causa el resultado de una prueba con la que se pretendía demostrar la grave adición a las drogas que sufre éste. De hecho, durante sus primeras declaraciones ante la Guardia Civil y en el juzgado, ambos individuos explicaron que perpetraron el robo por la imperiosa necesidad que tenían para obtener dinero para poder aplacar su dependencia a los estupefacientes.
El fiscal pide cinco años de cárcel para cada uno de los sospechosos al entender que ambos irrumpieron en el comercio próximo al hotel Riu La Mola protegidos con disfraces y se valieron de un arma peligrosa para obtener bajo amenazas un botín que rondó los 1.200 euros.
Balines
Para el atraco, cometido al principio de mes de agosto del año pasado, los asaltantes emplearon una pistola de balines que, al parecer, ni siquiera funcionaba. Ambos protegieron respectivamente sus rostros con ayuda de un pasamontañas y de una capucha. Su imagen, sin embargo, quedó grabada en unas cámaras de seguridad, lo que facilitó su identificación. Antes de huir, además, encerraron a una empleada en el lavabo.
La Policía local de Formentera localizó a uno de los supuestos ladrones, el colombiano J.A.M., de 18 años, en el puerto de la Savina una hora después del atraco. Éste confesó enseguida su participación en el robo e hizo entrega de 779 euros que portaba encima y que se cree formaban parte del botín.
La Guardia Civil, por su parte, y con las pistas reunidas tras el arresto de J.A.M., apresó cinco horas después al argentino C.H.M., de 25 años.
Una vez en el juzgado, ambas personas reconocieron la autoría del atraco pero uno de ellos dio a entender que se había visto obligado a acompañar a su cómplice y forzado a colaborar en sus planes.