Jonathan Blanch, a la izquierda de la imagen, con su amigo Abdenasser, con quien compartió residencia en la Comandancia.

La muerte de Jonathan Blanch, el indigente francés que pereció en las escaleras de la calle Alfonso XII de la Marina al rodar por ellas con un compatriota en una pelea, es ya un caso cerrado.
La juez Clara Ramírez de Arellano, titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, dictó ayer una sentencia por la que se imponen dos años de cárcel por homicidio imprudente y omisión del deber de socorro a A.D.Y.C.Y., el francés que se vio directamente involucrado en la disputa que le costó la vida a Blanch.
Dinero
El acusado, además, debe hacer frente a una indemnización de 70.000 euros por la muerte de la víctima y pagar los 9.007,29 euros que costaron el traslado y el entierro del fallecido. A.D.Y.CY., un hombre que carecía de antecedentes, sin embargo, anunció que no podrá hacer frente a dicha cantidad, circunstancia por la que se verá obligado a cumplir la pena de prisión.
«Acepto lo de la muerte pero en cuanto a lo de omisión del deber de socorro debo decir que al caer por las escaleras me rompí dos cervicales y no podía andar. Alguien que está en esta sala me llevó al hospital y durante dos meses tuve que llevar un collarín», dijo el encausado en su alegato final y cuando la Guardia Civil recibió la orden de la juez de que se procediera al reingreso penitenciario del sospechoso.
El acuerdo judicial al que se llegó ayer incluyó recoger en la sentencia que el suceso, ocurrido a primera hora de la mañana del 23 de septiembre, tuvo lugar cuando ambos protagonistas iban muy bebidos. Al respecto, la juez responsable de la sentencia anuncian que se iba a tener en cuenta la atenuante de embriaguez. Asimismo, se contemplará específicamente una reparación parcial del daño. El presunto homicida no podrá pagar los casi 80.000 euros que, sin incluir las costas del proceso, se le reclaman. Pese a ello, depositó en su día 5.000 euros , hecho que la juez también tuvo en cuenta.
El dinero que se reúna irá destinado a la madre de la víctima, persona que cuenta con su actual residencia en Francia.
Medida preventiva
El fiscal terminó catalogando los hechos por homicidio imprudente después de que la autopsia determinara que Blanch pereció por un golpe en la cabeza sin que finalmente se pudiera concretar que hubiera habido una agresión directa. Durante la investigación judicial pese a ello se valoró la posibilidad de que Jonathan Blanch hubiera sido pateado en el suelo. El juez que en su día ordenó el ingreso en prisión del acusado, sin embargo, valoró esta probabilidad y dictó la medida cautelar en previsión de que algún otro testigo hiciera referencia a esta circunstancia. A.D.Y.C.Y. siempre aseguró durante todo este tiempo que Blanch y él rodaron fortuitamente por las escaleras cuando intercambiaban golpes.