El tenista español Rafael Nadal celebra tras derrotar a su rival y compatriota David Ferrer. | Andrew Gombert

Rafael Nadal logró ayer su clasificación para los cuartos de final del Masters 1000 de Miami tras lograr un trabajado triunfo sobre David Ferrer, al que superó por 7-6 (5) y 6-4. El mallorquín se medirá ahora con el verdugo de Juan Carlos Ferrero, el francés Jo-Wilfried Tsonga.
El manacorí tuvo que emplearse a fondo para acabar con la resistencia del alicantino y engordar su balance de enfrentamientos con el de Jávea en un encuentro en el que fue de menos a más y desprendió mejores sensaciones de juego respecto a su último encuentro frente a David Nalbandian. Además, Nadal definió con acierto en el tie break del primer set y minimizó su número de errores.
Ahora el balear se las verá con Tsonga, al que ha superado en cinco de las cuatro ocasiones en las que se han enfrentado, la última en el Masters 1000 de París del año pasado.
Por su parte, Nicolás Almagro se impuso al brasileño Thomaz Belluci y accedió a los cuartos de final. El murciano tuvo que sufrir para deshacerse del jugador carioca, que le puso en apuros en la segunda manga. El murciano se impuso por 6-4, 3-6 y 7-6 (3) a un Belluci que jugó por fases y que no pudo frenar el potente saque de 'Nico' (14 'aces').
El jugador murciano salió muy fuerte de inicio y cedió su saque en una ocasión. No obstante, pronto recuperó la hegemonía del set tras romper dos servicios del brasileño. Así, todo hacía indicar que el murciano iría a más para confirmar su victoria acto seguido.
Sin embargo, su rival creció en sus subidas a la red y reabrió dudas en Almagro, inconstante en el golpeo. Esto llevó el choque al tercer y definitivo acto, donde el tenista español sentenció en la muerte súbita con gran entereza. Su próximo rival será el estadounidense Andy Roddick, que se impuso al alemán Benjamin Becker en dos sets, por 7-6 (4) y 6-3.
Por su parte, Juan Carlos Ferrero cayó eliminado a manos del francés Jo-Wilfried Tsonga. El de Onteniente perdió por un doble 6-2 en un partido que no alcanzó la hora de duración y que le dejó en la estacada en octavos de final, ronda que nunca ha superado en el Masters 1000 de Miami.