Victoria Maldi, en Madrid. | José Sevilla

Victoria Maldi no está en una nube, sino que está con los pies muy bien puestos en el suelo. Sabe que el viernes puede convertirse en Merche Alcántara; sabe también que ante sí tendrá tres rivales «que si han llegado hasta ahí, es porque valen»; y sabe que si no lo consigue, «habiendo llegado hasta aquí, a mí ya me vale. Por eso, pase lo que pase el viernes, regresaré a Mallorca encantada».

-¿Cómo son las otras tres candidatas a Mercedes Alcántara?
-Son muy buenas, muy completas y están muy bien preparadas. Al igual que yo, intentarán hacerlo lo mejor. Pero hay una cosa que es cierta, que todas tenemos las mismas posibilidades.

-¿Qué ha supuesto para ti participar en este reality?
-¡Imagínate...! ¡Todo! Un sueño hecho realidad ¡Una pasada! Tanto en lo personal como en lo profesional. En mi carrera, qué duda cabe, ha significado un salto muy grande. Luego está la experiencia que estás viviendo. Es muy duro estar lejos de casa durante un mes y medio, pero conoces gente nueva de la que aprendes muchas cosas: gente con la que vas a competir, pero que te acepta porque hay buen rollo. Todos queremos ganar, pero todos aceptamos que te puedes quedar fuera. Y luego...

-¿Y luego, qué...?
-Pues que además, haces muchos contactos que siempre vienen muy bien. Conoces gente y una vez cada semana te está viendo media España. Y eso, para el artista, es muy positivo.

-Porque esto, a la larga, se traduce en contratos...
-No sé si por estar aquí, en el caso de que no gane, me vayan a salir contratos, que ahora mismo es en lo que menos pienso. Pero de lo que no hay duda es que es muy bueno para mí.

-¿Sabes que en Mallorca hay mucha gente que te apoya?
-Por lo que me cuentan, lo sé. ¡Y muchas gracias a todos! Me han dicho que el viernes, en Llucmajor, el Ajuntament va a poner una pantalla gigante para que la gente pueda seguir el programa.

-¿Cómo han sido los temas que has tenido que defender a lo largo de estas semanas...?
-Los ha habido de todo tipo, mejores y peores para el lucimiento, y también más fáciles y más difíciles. El del viernes pasado, el eurovisivo ¡Ay, quién maneja mi barca!, te puedo asegurar que no fue nada fácil. Pero yo no me asusto. Lo preparo lo mejor que puedo y cuando salgo al escenario voy a por todas; saco toda la raza que llevo dentro intento hacerlo lo mejor que sé.

-¿Y la familia?
-No tengo palabras para darles las gracias por el apoyo y ánimos que me dan desde el primer momento, desde mi marido a mis padres. Les echo mucho de menos, pues, como te he dicho, llevo ya mes y medio en Madrid.

-¿Es muy dura la preparación del programa?
-La verdad es que no hemos tenido mucho tiempo para nosotros. Entre preparar los temas, ensayos y reuniones, estamos prácticamente todo el día ocupados. Pero nadie se queja, ya que hemos venido para esto.
Aunque ella diga que se da por satisfecha por el camino recorrido, el viernes, apoyándola a base de SMS -pues el programa funciona así- vamos a darle un empujoncito para que se convierta en Merche Alcántara.