Los campos municipales de fútbol de Can Cantó y de Sant Antoni presentan, desde ahora, una nueva imagen. Ayer se presentaron, tanto en Eivissa como en la bahía de Portmany, la remodelación y mejoras que se han acometido en los últimos meses en las dos instalaciones deportivas. En ambos casos, los alcaldes, Lurdes Costa y José Sala, acompañados de los concejales de deportes y de varios técnicos de sus respectivos Ayuntamientos, fueron los encargados de dar el visto bueno a las obras.
En Can Cantó se han invertido un total de 277.361 euros y prácticamente «se ha hecho un campo nuevo, porque se ha instalado un nuevo sistema de regadío, se ha puesto césped sintético de muy buena calidad y se han vuelto a pintar todas las líneas para jugar al fútbol». La reforma del terreno de juego ha sido ejecutada por la empresa Mondo Ibérica SA y se han llevado a cabo en un mes y medio. Estas obras forman parte del paquete de inversiones en materia deportiva que el Ayuntamiento de Eivissa ha realizado a través del Plan E y que, además, incluyen las mejoras en las pistas deportivas de Platja d'en Bossa, Cas Serres y Can Escandell, con una inversión total que ronda los 60.000 euros.
Lurdes Costa, alcaldesa de Eivissa, destacó que «en los últimos años se han destinado unos cinco millones de euros en mejorar las instalaciones y construir algunas nuevas». En ese segundo caso mencionó dos que aún están en marcha como el Parque de Deportes Urbanos (336.890 euros) y las pistas de fútbol de ses Figueretes (200.000).

Sant Antoni
En el campo municipal de Sant Antoni, por su parte, se han invertido 187.108 euros, procedentes del Plan E 2010 y cuyas obras se han prolongado por espacio de dos meses y medio. Las mejoras en el terreno de juego de Portmany han sido varias: dos nuevos vestuarios y la remodelación del cambiador de los árbitros; una zona exterior de 450 metros con césped artificial para la escuela de fútbol y utilizable para hacer ejercicios de calentamiento durante los partidos; creación de dos recintos destinados a sala de trofeos y otros usos; y un gimnasio, con lavabo, ducha, baño de recuperación y almacén. El gimnasio fue lo más comentado de la visita y tanto José Sala como Juan Linde y Neus Mateu se atrevieron a probar algunas de las máquinas de la instalación.