«Habéis estado conmigo en uno de los momentos más difíciles de mi vida», indicó Emma García. | Telecinco

El programa Viva la vida de Telecinco llegó este domingo a su fin tras cinco años en antena, cuatro de ellos con Emma García como presentadora. El espacio de televisión preparó una emisión especial con sorpresas y discursos de muchos de sus colaboradores, que recordaron con cariño este tiempo en Mediaset. Emma no pudo contener las lágrimas en este último día: «Cuando os miro, me emociono mucho. Cerramos una etapa que, para mí, ha durado cuatro años. Asumí un reto con ilusión, humildad y ganas de aprender».

Trabajar en este formato ha ayudado a la vasca a mostrar una faceta que hasta ahora había ocultado a la audiencia: «Me propuse una cosa, mostrar mi parte más vulnerable y menos controladora. No es fácil siendo yo, tan introvertida, pero lo he hecho gracias a vosotros. Me he sentido muy arropada». Además, quiso agradecer al equipo su apoyo durante estos años: «Habéis estado conmigo en uno de los momentos más difíciles de mi vida. Me llevo un grato recuerdo. He aprendido muchísimo y estoy contenta porque sé que nos vamos a volver a encontrar en esa noria televisiva. Somos muy afortunados de haber llegado hasta aquí. Os quiero mucho».

La cadena ha decidido cancelar Viva la vida por los bajos datos de audiencia. A pesar de todo, Emma indicó que está muy agradecida a Mediaset por la oportunidad: «Lo que tenemos que estar es agradecidos por haber estado aquí tanto tiempo, por haber disfrutado tanto y agradecidos, sobre todo, a ese público que ha estado ahí». Este último programa tuvo una llamativa sorpresa, ya que recibió una visita muy especial. José María Almoguera, hijo de Carmen Borrego, entró 'camuflado' en el plató como motorista. El nieto de María Teresa Campos acompañó a María Verdoy, que hizo una actuación al puro estilo de Rosalía.