A tan solo unos pasos de la playa de Talamanca y con unas vistas sublimes de Dalt Vila, de Marina Botafoch, con el mar azul y Formentera en el fondo, se alza el hotel boutique Mikasa. Honestidad, conciencia y bienestar son todos parte de su espíritu.

Su espléndido restaurante vegano sorprende por sus ricos sabores, un diseño ecléctico y unas fascinantes vistas panorámicas. El estilo de vida vegano es el verdadero protagonista de Mikasa, un espacio embellecido por arte colorido y vibrante. Igual de frescos y coloridos resultan sus platos, que celebran todo aquello que nos regala la tierra para nutrir nuestro cuerpo con alimentos deliciosos y saludables.

La carta ofrece platos desenfadados, con muchas opciones para compartir y siempre con la premisa de ser saludable y sostenible. Se puede comenzar el día con unos ‘pancakes’ acompañados de yogur de coco, frutos del bosque y almendras tostadas o con un ‘porridge’ con manzana, tahini, canela y semillas de cáñamo. Más tarde, la tortilla de patatas vegana con mayonesa de chipotle o el ‘wrap’ de pollo vegano, acompañado de boniato frito son excelentes también.

El enfoque holístico de la cocina vegetal de Mikasa se centra en los ingredientes locales de temporada, preparados con pasión y acompañados de tentadores zumos y smoothies. Sus agradables terrazas e impresionante azotea, bañadas por el sol, son un hermoso lugar para trabajar o relajarse durante el día. Cuando se pone el sol, Mikasa se convierte en un lugar vibrante para disfrutar de cócteles veganos con vistas impresionantes y veladas mágicas a la luz de la luna.