Andoni Valencia, primer relevista del equipo que después acabaría cuarto. FOTOS: GERMÁN G. LAMA

La II Maratón por relevos de Eivissa consiguió ayer uno de sus objetivos, al lograr una buena participación, con lo que la expectación levantada por esta innovadora prueba puede ser crucial para que se consolide como una de las competiciones más carismáticas del calendario atlético pitiuso. En esta carrera cuatro atletas comparten el esfuerzo que supone recorrer 42.195 metros, o lo que es lo mismo una maratón.

Catorce equipos, es decir, 56 atletas participaron en la segunda edición de una carrera en la que además de la confección de los equipos es muy importante la estrategia, el orden en el que se colocan los distintos relevistas para afrontar la prueba.

A las nueve y veinte de la mañana de ayer los diferentes equipos inscritos en la prueba tomaron la salida. Los primeros relevistas de cada equipo eran todos de categoría senior. La razón para esta elección es más bien práctica, dado que el primer relevista debía cubrir 12'195 kilómetros, es decir, casi cinco vueltas al circuito del paseo Juan Carlos I, de 2'5 kilómetros de longitud.

A la última posta se llegó con la siguiente situación: Vicente Planells dejó su lugar a Nieves Vera, que hizo el último relevo del CAE, mientras José Cantero le entregó el testigo a Ana Palacios. Agustín Riera, que cogió su turno de Nieves Tur en el AVE hizo el último recorrido en el que sin ningún problema recuperó el segundo lugar para su equipo, sin que al final pudiese alcanzar a la primera clasificada, y Eduardo Costa llegó tercero.