M. WALKER La delegación insular de baloncesto ya tiene sustituto. Su nombre es Miguel Tomás Martínez y ha pasado una época un tanto apartado del baloncesto, aunque seguía siendo árbitro en activo. Con una gran experiencia en arbitraje y en el mundo pitiuso del basket en general, Tomás Martínez aceptó ayer noche el ofrecimiento de los clubs y de la delegación para hacerse cargo de la vacante que deja Pere Ribas, con lo que ahora sólo falta que la Federación balear de baloncesto de su visto bueno al relevo.

Hace cuatro días la delegación organizó una reunión con los diferentes clubs de las islas, con el objetivo principal de encontrar alguien interesado. Fue inútil. Hacía ya mucho tiempo que la opinión de los que viven relacionados con el mundo del baloncesto en las Pitiüses estaba muy clara: No había sustituto. Sólo la vuelta a la vida directa del baloncesto, Tomás Martínez, ha hecho posible la sucesión.

Desde hace unos meses se barajan distintas opciones. Una era que la delegación funcionase con la misma gente que trabajaba con Ribas de forma interina y que la representación se llevase desde Palma. La otra opción era formar una comisión gestora.

Ésta última opción era la más funcional, pero no gustaba nada ni a los clubs ni a la Federación balear, que por medio de su presidente Jaume Estarellas ya manifestó que estos organismos acaban por responder mal al paso del tiempo. Estarellas puso como límite el día de hoy, puesto que mañana se celebra en Eivissa la asamblea anual de la FEB.