M. WALKER Ya es oficial. Ahora si se puede decir sin ninguna reserva que Miguel Tomás Martínez está al frente de la delegación insular de la Federación Balear de Baloncesto (FBB), después de que ayer por la tarde el presidente de la FBB, Jaume Estarellas aprobará el cambio en una reunión con representantes de los clubs pitiusos. Ahora viene el trabajo de traspaso, para lo que Pere Ribas, delegado saliente, y Miguel Tomás, delegado entrante, necesitarán de un mes. Tiempo que el nuevo delegado debe aprovechar para ponerse al día de todas las cuestiones que afectan a la delegación y al mundo del baloncesto pitiuso, de manos del dimitido Pere Ribas.

Ribas se despidió en un emotivo aliento hacia su sucesor en el que expresó su deseo de que «el baloncesto siga avanzando» y se ofreció para «colaborar en todo aquello que sea necesario». «Para mi es una alegría dejar la delegación en manos de una persona con la que coincidí en mis principios», explicó Ribas.

Por su parte, el nuevo delegado federativo, Miguel Tomás, explicó sus dos primeras líneas de actuación. «Mis esfuerzos irán dirigidos a potenciar el deporte base. Un deporte que cuida la base está destinado a morir.