La decimocuarta etapa del Tour de Francia, que partirá de Castres y llegará a Saint Gaudens, con 199 kilómetros de recorrido, volverá a ser terreno abonado para las escapadas y para la victoria de algún rezagado en la clasificación general antes de llegar al día de descanso para luego acometer las dos etapas de los Pirineos donde debe quedar definitivamente decidida la carrera.

El pelotón se acerca a los Pirineos, donde la próxima semana se dilucidará la batalla definitiva por los puestos de podio en París, pero hasta el miércoles no se disputará la jornada estrella en la cadena pirenaica, aunque el martes ya habrá suficiente montaña como para que haya guerra.

La jornada es más «suave» que las recorridas hasta ahora por el Macizo Central, con sólo dos puertos de cuarta categoría. De nuevo las escapadas pueden ser las protagonistas de la etapa, ya que el líder y los hombres importantes del pelotón no pondrán problemas, ya que ésa no es su guerra.

El Tour ha llegado en diez ocasiones a Saint Gaudens, una lugar habitual en los últimos años. La primera fue en 1950, con victoria de Bartali, y la última en 1991, aunque en esta ocasión no fue un final de etapa, sino una salida.