La Pujada a la Cala Sant Vicent se presenta un año más"en su XV edición" exigente y complicada para todos los pilotos. La prueba ibicenca, última del Campeonato de España de montaña, se presenta este fin de semana decisiva para dilucidar que coche se va a llevar el título este año. Vilariño, Méndez y Riera parten con opciones. El récord del circuito lo ostenta Aitor Zabaleta, ganador del 98, con 2'05''905.

La participación ibicenca, récord este año con 14 pilotos, deberá extremar su habilidad al volante si quiere conseguir un buen resultado. Algunos pilotos, como es el caso de Toni Villalonga, conocen el recorrido al dedillo. «Como piloto debes tener la carretera totalmente memorizada: curvas, baches, pendientes... y calcular los cambios en cada curva. Por ejemplo, a veces hay que sacrificar tiempo en una curva para trazar la segunda mejor», apunta Villalonga, que analiza para Ultima Hora Ibiza y Formentera tres tramos claves del recorrido. «Una subida de este tipo es tensión, concentración mental y habilidad al volante», añade.

El circuito es tremendamente técnico. La pericia del piloto puede primar sobre las prestaciones del vehículo. Son 27 curvas en 4 km. de ascensión, de las que hay un par de zig-zags muy difíciles, así como curvas de 90 y hasta 180 grados, que exigen mucha precisión en la conducción. Los dos primeros km. de subida son más lentos que los segundos, que concentran curvas más peligrosas.