EFE- LONDRES
Aunque un partido tan importante no necesita más alicientes la presencia de dos jugadores en el Chelsea le dará un toque de emoción añadido. El primero es el ex zaragocista Gustavo Poyet, que vivió los enfrentamientos con el Barcelona que, a principios de los 90 dirigía otro holandés, Johan Cruyff. Poyet se perdió el último partido de Liga, el pasado sábado, tras viajar con la selección de Uruguay a un partido clasificatorio para la Copa del Mundo. Vialli prefirió darle descanso y tenerlo a punto para el miércoles. El segundo es Albert Ferrer, campeón de Europa y de cuatro Ligas con el Barcelona, y uno de los descartados por Louis Van Gaal.

Ferrer dejó claro hace unos días que si se marchó a Inglaterra fue porque el holandés no lo quiso en su equipo, por lo que se espera que esté especialmente motivado contra el responsable de que tuviera que dejar el club de su vida. Una de las virtudes del Chelsea, su capacidad defensiva, estará en peligro en este partido por la ausencia de dos jugadores clave, el central francés Leboeuf, sancionado, y el nigeriano Babayaro, convocado por su selección para un partido internacional. El equipo no ha confirmado la presencia de Babayaro y la Federación de Nigeria insiste en que no tiene la intención de permitirle jugar, pero hasta el último momento no se sabrá si el Chelsea podrá contar con él. Ante estas bajas Vialli recurrirá al brasileño Thome o retrasará a Desailly y cubrirá su hueco en el centro del campo con Morris, uno de los pocos nacionales del equipo. Quien no faltará será el capitán, Dennis Wise, cuya ausencia se dejó notar en el último partido de la competición, contra el Lazio, que supuso la primera derrota del Chelsea en su estadio en Europa. Con Poyet, descansado, y el liberiano Weah, recuperado de su lesión, el equipo se asegurará una gran capacidad ofensiva, a la que habrá que añadir la calidad del segundo delantero, el italiano Gianfranco Zola, no muy acertado en sus últimas apariciones, o el sueco Tore Andre Flo.