EFE-ITEA (GRECIA)
El escocés Colin McRae (Ford) ha ganado el Rally Acrópolis, séptima prueba del Mundial, gracias a las órdenes de equipo, que han privado del triunfo a su compañero, el español Carlos Sainz, que en la etapa final llegó a superar a aquél.

McRae, que ha sumado su segundo triunfo del año (también ganó el España-Cataluña), ha acabado finalmente con 23 segundos de ventaja sobre Carlos Sainz, que le ha cedido el triunfo a su compañero en el tramo final, algo que según el equipo estaba pactado desde el principio de la etapa.

Sainz tuvo que detenerse cerca de tres minutos a unos cincuenta metros del final del tramo para permitirle ganar la carrera al escocés. El británico Richard Burns se mantiene al frente del Mundial de pilotos pese a haber abandonado ayer por una avería en el turbo el último día. El inglés manda en el mundial de pilotos con 38 puntos, 14 más que Colin McRae, que ha ganado por tercera vez el Acrópolis, y el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot), retirado el segundo día.

Carlos Sainz sigue esperando un triunfo que no conoce desde julio de 1998. El madrileño ha empatado en la tercera plaza del Mundial de pilotos, en la que cuenta con 23 puntos, con el también finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), que abandonó en la primera etapa. El Mundial se ha reabierto un tanto, pese a que Burns sigue sólidamente instalado en la cabeza.

Carlos Sainz afrontó la etapa decisiva con una desventaja de poco más de 48 segundos con respecto a Colin McRae. El equipo M-Sport, que desarrolla los Focus WRC en el Mundial, ordenó a ambos no arriesgar el doblete. De esa manera Carlos Sainz salió al primer tramo, con la intención, como hace siempre, de ganar la prueba. Poco a poco fue reduciendo la desventaja de Colin McRae y en la cuarta especial del día consiguió superarle.

Después siguió a su ritmo hasta llegar incluso a superar el minuto de renta. Pero cuando faltaban dos tramos para el final los responsables del equipo urgieron a Sainz a respetar las posiciones del final de la segunda etapa, por lo que tuvo que detenerse en el último y dejarse pasar para ocupar por segunda vez esta temporada el segundo peldaño de un podio del Mundial. «Ha habido unas órdenes y me he limitado a cumplirlas porque tengo palabra. Pero lo importante no es eso, sino que Ford ha logrado un éxito estupendo al copar las dos primeras plazas en una prueba tan dura como es el Acrópolis», ha asegurado Carlos Sainz.

En el último tramo de la carrera y cuando era líder destacado, el piloto madrileño tuvo que detenerse en pleno tramo durante cerca de tres minutos para permitir que su compañero, el escocés Colin McRae, ganara la carrera. El piloto español, sin arriesgar durante la etapa final para no poner en peligro el doblete de Ford, marchó a un ritmo que le permitió superar a McRae, en buena medida porque, al salir tras el escocés, se encontraba unas carreteras más «limpias» y éste marchaba confiado por el pacto de equipo.