FELIPE RECUERO- FRANCIA
El triunfo del ucraniano Serguei Honchar no fue ninguna sorpresa, pues es uno de los mejores en las pruebas individuales de contrarreloj, pero según los últimos resultados las apuestas eran claramente para el español que tuvo que conformarse con un discreto quinto puesto.

Honchar invirtió en los 47'6 kilómetros 56 minutos y 21 segundos, diez menos que el alemán Michael Rich que logró la plata y 24 con respecto al húngaro Laszlo Bodrogi que se llevaba el bronce. Olano firmaba su mal día con un registro de 57:50 que reflejan bien a las claras la falta de ritmo que tuvo durante todo el trazado.

El comienzo de la carrera no podía ser mejor para Abraham Olano, pues minutos antes del comienzo se anunciaba la baja de su compañero de equipo en la ONCE DB el francés Laurent Jalabert, debido a una gastroenteritis.

Un enemigo menos, otro ilustres especialista en prueba cronometradas que se unía a la larga lista de abandonos encabezada por el podio de Sydney: Ekimov, Ullrich y el estadounidense Armstrong. Las posibilidades de Olano subían enteros y también las de los buenos contrarrelojistas que había y que, últimamente, han tenido que conformarse con puestos de honor en cuantas carreras han coincidido con los mencionados ausentes y Olano.

Ese vacío lo aprovechaba perfectamente el ucraniano Serguei Honchar y por fin, como exclamó camino del podio, logró el objetivo de subir a lo más alto del podio en una prueba en la que ya había sido segundo (1997) y tercero en (1998).

Junto a él dos corredores que suelen estar entre los mejores en cuantas cronos participan, el alemán Michael Rich, un tanto apagado desde que logró el oro con Alemania en la prueba de 100 kilómetros de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y el neoprofesional húngaro Laszlo Bodrogi.