Alberto Sánchez a la salida de los calabozos para prestar declaración. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA.

Dos jugadores del Atlético Osasuna, Àlex Fernández y Alfredo Sánchez, fueron detenidos a las cuatro de la madrugada del ayer lunes por miembros del Cuerpo Nacional de Policía acusados, supuestamente, de agredir al propietario de un bar del Passeig Maritim y de no identificarse cuando así se lo requirió la autoridad policial.

Los hechos tuvieron lugar en una popular zona de copas situada cerca del hotel Palas Atenea, lugar de concentración de Osasuna que se enfrentó al Mallorca en Son Moix la pasada jornada. Supuestamente, uno estos dos jugadores, lanzó un vaso al propietario del pub Tututango, José Luis Achurra, y le abrió un pequeño corte en la muñeca. El empresario llamó entonces a la policía y denunció los hechos. Los futbolistas siguieron su ruta y la policía les detuvo cerca del pub donde ocurrió el altercado. Pero ahí no terminó todo ya que, al parecer, los jugadores no quisieron identificarse y este fue uno de los motivos por los cuales fueron retenidos y acompañados hacia la comisaría.

Los futbolistas estuvieron en Jefatura hasta las tres y media de la tarde y fueron conducidos después hacia los Juzgados de Vía Alemania donde prestaron declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número seis de Palma. El interrogatorio duró unos 45 minutos aproximadamente y la presencia de los dos jugadores creó mucha expectación mediática.

La salida de los juzgados se produjo a las seis de la tarde y los protagonistas estuvieron acompañados por el gerente y abogado de Osasuna, Àngel Luis Vizcay y por los directivos Villén y Àlvaro. Ninguno de los dos jugadores realizó declaraciones a la salida y rápidamente se hicieron paso entre los informadores para subir en el taxi que les condujo al aeropuerto. Unicamente Àlex Fernández pronunció dos palabras y fue para manifestar que «no hablaré de una tontería. Estoy tranquilo porque cuando no haces nada estás tranquilo», se limitó a manifestar el futbolista.