José Antonio Camacho, murciano de nacimiento, madrileño de adopción e ibicenco ocasional, reflexiona sobre la actualidad del fútbol con la actitud relajada de quien se toma un respiro respecto al deporte rey.

"El tema de la semana: el anuncio de Pep Guardiola, ¿que opina?
"Son decisiones particulares que hay que respetarlas. Él ha dicho que quiere conocer el fútbol de otros países y nada más; si hubiera dicho que se quisiera quedar aquí aún sería mayor sorpresa, pero yo creo que, igual que cualquier trabajador, él puede irse al lugar donde crea conveniente.

"Con frecuencia es Ud. criticado en la prensa nacional.
"Aquí en Eivissa nos conocemos todos; a nivel nacional se defiende desde los medios ciertas cosas que no son compatibles y que yo, sobre todo, cuando se me pregunta y se me argumenta pues estoy de acuerdo, pero cuando se escribe cualquier cosa sin argumentar ahí hay un problema y yo no tengo porqué callarme. La prensa nacional te trata bien cuando ganas y mal cuando pierdes. El fútbol no está para esto. Ahora el fútbol y el periodismo está así: aceptable todo lo que sea ganar y no es aceptable lo que se pierde, nada más.

"Este análisis, ¿beneficia al deporte?
"No creo que esto perjudique al fútbol, sino que ahora mismo hay unas audiencias, hay que dar información y a lo mejor hay días que no hay noticia que dar y hay que buscarla.

<" ¿Y el negocio del fútbol?
"Sí, creo que lo ha hecho más universal o, al menos, llega mucho más rápido a todos lados y ahora se juega al fútbol en todo el mundo. La prueba la tienes en que una quinta parte del mundo está relacionada directa o indirectamente con el fútbol.

"Ser seleccionador nacional, ¿es sinónimo de estar en el ojo del huracán? ¿ha cambiado mucho su vida?
"Mi forma de vida ha cambiado mucho en el sentido de que no es lo mismo entrenar a un equipo diariamente que entrenar a la selección. Ahora mismo, en el panorama nacional, parece que hay mucha ansiedad por ganar cosas. Estamos en una situación en la que parece que España ya ha jugado el campeonato de mundo, cuando todavía no se ha clasificado ningún equipo, salvo Francia y el país organizador. Hay demasiada ansiedad. El grado de crítica a favor cuando se gana, no es igual a cuando se pierde.