Cañizares llora en el suelo tras la final de la Liga de Campeones, donde su equipo perdió en la tanda de penaltis con el Bayern Múnich.

1 BAYERN: Kahn, Sagnol, Kuffour, Andersson, Linke, Lizarazu, Salihamidzic, Hargreaves, Effenberg, Scholl y Elber.
Cambios: Jancker por Sagnol, Paulo Sergio por Scholl y Zickler por Elber.
1 VALENCIA: Cañizares, Angloma, Ayala, Pellegrino, Carboni, Mendieta, Baraja, Kily González, Aimar, Sánchez y Carew.
Cambios: Djukic por Ayala, Albelda por Aimar y Zahovic por Sánchez.
ÀRBITRO: Dick Jol (HOL). Mostró tarjeta amarilla a Anderson, Carboni y Kily González.
GOLES:
Minuto 2, Mendienta (p), 0-1.
Minuto 50, Effenberg, 1-1.
PENALTIS:
Paulo Sergio (fuera), Mendieta (gol) 0-1, Salihamidzic (gol) 1-1, Carew 1-2 (gol), Zickler 2-2 (gol), Zahovic 2-2 (para Kahn), Andersson 2-2 (para Cañizares), Carboni 2-2 (para Kahn), Effenberg 3-2 (gol), Baraja (gol) 3-3, Lizarazu (gol) 4-3, Kily (gol) 4-4, Linke (gol) 5-4, Pellegrino (para Kahn) 5-4.

CÉSAR TOLDRÀ - MILÀN
Los penaltis privaron ayer al Valencia de lograr su primera Copa de Europa tras empatar a un gol durante los 120 minutos de juego ante el Bayern de Múnich y deberá esperar a otra ocasión para adjudicarse el más preciado título europeo de clubes, que en el caso del conjunto alemán es el cuarto de su historia. Si el Bayern veía hace dos temporadas como dos goles del Manchester United en el último suspiro del partido le quitaban la Copa de Europa, en esta ocasión se encontraba con un gol en contra de penalti de Gaizka Mendieta, sobre el que se cometió la falta, a los dos minutos de partido que dificultaba notablemente su camino hacia el título. Además, Santiago Cañizares se empeñó en poner más trabas al trabajo del conjunto alemán al detener un lanzamiento de penalti a Mehmet Scholl sólo tres minutos después del gol valencianista en un derribo de Jocelyn Angloma a Stefan Effenberg.

Acuciado por la necesidad de marcar, el Bayern se fue en busca de la portería del conjunto español, una circunstancia a la que el Valencia, acostumbrado en Europa esta temporada, respondió con su mejor virtud: el orden defensivo. La apuesta por el argentino Pablo César Aimar sólo le duró a Cúper 45 minutos. En el descanso optó por la solución que también había barajado antes del encuentro, dar entrada a David Albelda, aunque tal vez se precipitó. El técnico preveía lucha y quería al más fuerte antes que al más técnico, pero el camino al gol volvía a llegar de penalti, en esta ocasión a favor de los bávaros. Stefan Effenberg igualaba el partido, y ahora que el Valencia precisaba volver a marcar se había quedado sin uno de sus mejores recursos en ataque, Aimar. El gol despegó un poco a los valencianistas de su área para buscar la contraria, puesto que el Bayern, sin renunciar al ataque, dotó de más tranquilidad a su juego al haberse liberado de la presión que tenía con el marcador en contra.

Al llegar al ecuador de este periodo, el partido entró en una fase anodina. El balón en el centro del campo con dos equipos que recelaban el uno del otro y temerosos ante la posibilidad de que un gol en contra y con poco tiempo por delante les apartase, otra vez, de la Copa. La prórroga obligaba ya a marcar. El primero que pudo hacerlo fue el equipo muniqués, pero Cañizares, en una primera buena intervención, detenía el cercano disparo de Giovane Elber, y en otra, poco después, hacía lo propio ante un lanzamiento de Salihamidzic.

La falta de picardía del Valencia en ataque se hizo patente en la prórroga, y con Zahovic como protagonista, puesto que fue el que más se acercó al área del Bayern pero la timidez de su resolución nunca inquietó a Kahn. La prórroga tampoco le sirvió a dos equipos reñidos con el gol y la única vía que había encontrado durante el partido, los penaltis, debían proclamar al campeón. El Bayern estuvo más acertado y se llevó el título para desesperación del Valencia.