Efe - VIGO
El segundo derbi gallego de la temporada 2001/02 que tendrá lugar esta noche a las nueve y media en el estadio vigués de Balaídos se produce en unos momentos en los que los dos equipos más representativos de la Comunidad Autónoma se encuentran en la cresta de la ola del fútbol español. Pero con ciertas diferencias puntuales que son dignas de resaltar, ya que mientras el Celta es líder y suma ya diez jornadas sin conocer la derrota, el Deportivo está sumido en un bache tanto de juego como de resultados que le obligan a tratar de reconducir su rumbo sobre todo fuera de Riazor, en donde últimamente de 24 puntos posibles solamente sumó dos empates.

La ambición que se palpa en los jugadores celestes parece faltarle a los blanquiazules, lo cual quedó reflejado en la última jornada, porque mientras los célticos ganaron en Son Moix al Mallorca los deportivistas cedieron los tres puntos ante el Alavés en Riazor. Este segundo traspié del Dépor en su campo ha levantado ampollas en una afición que volvió a silbar a su equipo, por lo que los tres puntos de Balaídos cobran, si cabe, mayor trascendencia para acallar las voces que critican tanto el juego como la actitud del conjunto de Javier Irureta.

Se trata, para el equipo coruñés, de una magnífica ocasión de recuperar el camino perdido y volver a dar la imagen de equipo que aspira al campeonato; mientras que para el vigués supondría afianzarse en el liderato. Pero la estadística no parece poner las cosas fáciles para los deportivistas. En las últimas diez temporadas tan sólo consiguieron una victoria, en la 94/95 por 1-2. El resto fueron cuatro empates sin goles y otro a un tanto y tres victorias célticas, todas por 2-1.

Además, con la victoria el Dépor recobraría de nuevo la moral necesaria para afrontar un mes de febrero ciertamente complicado tanto en Liga como en Liga de Campeones y para pensar con optimismo en la final de la Copa del Rey del 6 de marzo en el Bernabéu. Curiosamente el derbi gallego podría jugarse con solo dos jugadores de la tierra: Francisco González «Fran» en el Dépor y Pablo Coira en el Celta. Los grandes ausentes serán dos hombres muy carismáticos en sus respectivos clubes: el brasileño Djalma Feitosa «Djalminha», que acude a la llamada de su selección, y el ruso Alexander Mostovoi, que vio la quinta cartulina de amonestación la pasada jornada.

Pero también faltará en el eje central de la defensa céltica el argentino Eduardo Berizzo, gravemente lesionado en Mallorca; en tanto que no parece seguro que salga inicialmente el marroquí Nurredin Naybet en la zaga deportivista tras jugar con su selección la Copa de Àfrica. Víctor Fernández y Javier Irureta dirigieron ayer sendas sesiones de entrenamiento a puerta cerrada para preparar el partido. Nada trascendió sobre sus planes tácticos y de estrategia, ni tampoco el nombre de los jugadores con los que iniciarán el encuentro. La presión y la emoción están más que garantizadas y el recinto celtarra estará lleno a rebosar. No en vano es uno de los derbis más atractivos de estas últimas temporadas y el papel se agotará completamente.