Agencias - VIGO
El Deportivo de A Coruña equilibró aún más la liga. El equipo de Irureta superó al Celta en Balaídos y se mete de nuevo en el grupo de los favoritos. La primera mitad fue de claro dominio visitante. Mostovoi vió el partido desde la grada y el Celta acusó la presión de poner en juego el liderato. Los jugadores de Víctor Fernández se vieron superados en los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. El Deportivo tenía las mejores oportunidades aunque el gol llegó en una jugada polémica.
Diego Tristán se veía favorecido de un balón que le llegaba de un jugador del Celta. La pelota llegaba al exmallorquinista tras un rebote extraño y Tristán superaba la salida de Cavallero con una soberbia vaselina. Al finalizar la jugada el delantero no celebraba el gol porque veía al linier con el banderín alzado, pero Medina Cantalejo desacreditó a su asitente y al entender que la pelota llegó de un contrario dio el gol como válido. Los hombres del Celta protestaron y Cavallero trataba de hacer entender al árbitro que se había quedado parado porque había visto al asistente con el banderín alzado. Medina Cantalejo no quiso saber nada e hizo subir el tanto al marcador.
Tras la reanudación el Celta cambió la mentalidad. Buscó la portería de Molina y se aproximó con peligro. Pero el conjunto vigués comenzaba a dejar desasistida la línea defensiva y el Depor comenzó a inquietar a Cavallero. En una de estas jugadas el balón llegó a Valerón que se inventó un pase y su asistencia la convirtió en gol de nuevo Tristán. En esta ocasión el delantero finlizó el uno contra uno con un regate al portero.
El Celta tenía minutos por delante para tratar de conseguir un resultado más provechoso. El Depor renunció al ataque e Irureta cambió a Sergio por Valerón. Los visitantes durmieron el partido y equipo vigués no encontraba la fórmula para romper la nutrida defensa coruñesa.
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