EFE. SEVILLA El regreso del mejor atleta español de la historia, Fermín Cacho, a niveles competitivos presidirá los 38 campeonatos de España en pista cubierta, que se disputarán entre hoy y mañana en el pabellón San Pablo de Sevilla con las bajas de Reyes Estévez, José Antonio Redolat, Yago Lamela y Niurka Montalvo. El vallista ibicenco Felipe Vivancos estará en la prueba de los 60 vallas. Cacho «desapareció» del escenario atlético español después de anunciar en el estadio Olímpico de Montjuic, el verano del 2000, que renunciaba a la final de 1.500 de los campeonatos de España y a los Juegos Olímpicos de Sydney. Desde entonces sólo ha competido en pruebas «de exhibición» en la calle.

Ahora, a los 33 años, casado y con dos hijas, Fermín Cacho ha decidido «bajar a Sevilla a por el título» de 3.000 metros sin preocuparse de quienes serán sus adversarios, sin reparar en que entre ellos estará el ídolo local, Antonio Jiménez «Penti», que defenderá a muerte su corona, y el palentino Isaac Viciosa. La ausencia del madrileño Alberto García, que por segundo año consecutivo ha recibido permiso de la Federación Española para no comparecer en los campeonatos a fin de preparar los Mundiales de cross y los Europeos en sala, allana el camino a los favoritos en la final de 3.000 metros, que se disputará hoy a las 17.30 horas.

Sevilla ofrecerá a los atletas españoles que han hecho campaña invernal una rampa de despegue hacia los Europeos. En vísperas de los campeonatos de España 25 atletas españoles (18 hombres y 7 mujeres) han hecho la marca mínima requerida. El título nacional, si el campeón tiene la mínima, asegura el billete con destino a Viena. Del nacional saldrá el grupo de «treinta y tantos» que la Federación Española, según su presidente, quiere llevar al europeo.