El entrenador del equipo, Tito Sobrín es levantado a hombros por las jugadoras. Foto: ALFAQUI

77 RIVAS FUTURA: Irene (5), Claudia (12), Díaz (23), Silvia (14), Davi (19) -cinco inicial-. También jugaron Carola (2), Senra (2), Patricia (0) y Olga (0).
78 PUIG D EN VALLS:Saray (8), Anabel (17), Jelena (17), Ana Boleda (13), Montse (16) -cinco inicial-. También jugaron Rosa (5), Marta (0) y Mirella (2).
Àrbitros:
Morales (andaluz) y Avilés (catalán). Exclusión por faltas a las visitantes Saray (38') y Montse (39'). Expulsaron al técnico visitante, Alberto Sobrín, por acumulación de faltas técnicas (24').
Pista: Pvo. Cerro del Telégrafo. Aproximadamente 800 espectadores. Parciales: 23-14 (10´); 27-20 (20´); 16-20 (30´); 11-24 (40´).

Àngel Luis García / Àrea 11 MADRID
El Puig d'en Valls (PDV) consiguió el histórico ascenso a la máxima categoría del baloncesto femenino español, en un dramático encuentro de desempate en Madrid que se resolvió con una canasta en el último segundo de Anabel Jiménez. El triunfo de las chicas dirigidas por Tito Sobrín tuvo aún más mérito, ya que tuvieron que remontar veinte puntos de desventaja en quince minutos finales que se recordarán durante mucho tiempo.

Tras el dramático final, la alegría se desbordó en la expedición ibicenca y en los cien aficionados que se desplazaron desde la isla para acompañar al PDV en el partido más importante de su historia. La temporada llega a su fin con el objetivo del ascenso en el bolsillo y ahora sólo queda rematarla consiguiendo en la final el título de campeonas.

El partido comenzó con un equipo madrileño que salió en tromba. Su superioridad en el rebote y la floja defensa de un nervioso PDV elevó la renta a nueve puntos en los primeros cinco minutos del choque (11-2). Las penetraciones de Anabel mantuvieron al equipo dentro del encuentro, pero la réplica del Rivas correspondía a una Davi en estado de gracia. Así, al final del cuarto, el marcador reflejaba un inquietante 23-14, nueve puntos que se antojaban excesivos. En el segundo cuarto, las imprecisiones caracterizaron los primeros minutos, hasta que el técnico visitante solicitó un tiempo muerto para cortar tanto despropósito. Una jugada de dos puntos y libre adicional, unido a una técnica al banquillo del PDV disparó a las madrileñas en el marcador, que al descanso reflejaba un descorazonador 50-34. Tras el descanso, el PDV salió decidido a vender cara la derrota. Una canasta anulada a su equipo provocó las airadas protestas de un Sobrín que resultaría expulsado tras una nueva falta técnica, que además supuso el nuevo despegue madrileño en el marcador (58-38).

Todo parecía perdido, pero esta jugada significó el punto de inflexión de partido. Ana Boleda inició la reacción con dos triples consecutivos y al final del cuarto se llegó con doce abajo (66-54). Restaban diez interminables minutos para un quinteto local al que le pudo la presión.