Zidane se lamenta tras la derrota de su equipo ante la selección danesa.

2 DINAMARCA: Sorensen; Henriksen, Laursen, Helveg, Jensen; Tofting, Gravesen, Poulsen; Jorgensen, Tomasson y Rommedahl
Cambios: Gronkjaer por Jorgensen, Bogelund por Poulsen y Nielsen por Tofting.
0 FRANCIA:Barthez; Candela, Thuram, Desailly, Lizarazu; Vieira, Makelele, Zidane; Wiltord, Dugarry y Trezeguet
Cambios: Djorkaeff por Wiltord, Micoud por Vieira y Cissé por Dugarry.
Arbitro:
Vitor Melo Pereira (POR), mostró cartulina amarilla a Poulsen, Jensen y Dugarry.
Goles:
1-0, minuto 22: Rommedahl.
2-0, minuto 67: Tomasson.

Luis Miguel Pascual INCHEÓN
Francia, que hasta ayer era campeona del mundo, dijo adiós al Mundial 2002 por la puerta de atrás con una derrota sin contemplaciones que le propinó una Dinamarca ordenada y serena que hizo de la eficacia goleadora y de la consistencia ofensiva sus mejores armas.

El partido comenzó como todos los anteriores de Francia, con la duda de Zinedine Zidane. Pero esta vez el número 10 estaba en el campo, una presencia que Francia se había impuesto como una necesidad. La campeona del mundo se había encomendado a Zidane, pero el 10 de los «bleus» no estaba en su mejor estado de forma. Todas las miradas se centraron en él, desde que por la megafonía sonó 'La Marsellesa' hasta el pitido final.

Pero el madridista no pudo tirar del carro francés. Fue incapaz de abrir la defensa danesa, empeñada en trabar el juego, cerrada en su campo y a expensas de la velocidad de sus delanteros, sobre todo de Rommedahl, que ayer estuvo más activo que el goleador Tomasson.

Ahora que parece agotado el debate sobre la «zidanedependencia» podrá abrirse otro sobre si «Zizou» debió jugar este partido. Porque el jugador estuvo temeroso, asustado, inseguro, como si tuviera miedo a quebrar la herida que acaba de soldar y que le ha hecho perderse los dos primeros encuentros.