Enrique Escande
La selección japonesa, ganadora del grupo H del Mundial de fútbol, afrontará hoy ante la de Turquía la posibilidad de dar un salto histórico a los cuartos de final de la competición en un partido en el que surge a todas luces como la favorita. Los japoneses dieron la sensación de tener un equipo sólido y de convicciones cuando vencieron por 2-0 a Túnez en el encuentro de cierre de la primera fase, tras un empate a dos goles con Bélgica y una victoria por 1-0 frente a Rusia.

Los siete puntos logrados por Japón en la ronda inicial contra los cuatro sumados por Turquía podrían interpretarse como la diferencia de poderío colectivo y de argumentos individuales que existen entre uno y otro equipo, a la que debe añadirse la ventaja que supone para los japoneses su condición de anfitriones.

Los turcos comenzaron con el pie izquierdo la competición al perder frente a Brasil por 2-1, levantaron un poco la puntería cuando igualaron con Costa Rica 1-1 y consiguieron la clasificación al vencer a la selección china de Bora Milutinovic por 3-0. Una de las diferencias que existen entre ambos conjuntos es que los japoneses juegan con tres defensas y dos puntas mientras que Turquía emplea una estrategia más conservadora con cuatro zagueros, cinco centrocampistas (al igual que Japón) y un sólo punta, el número nueve Hakan Sukur.

Los japoneses juegan a toda velocidad y en esa vorágine les cuesta mantener precisión con el balón en situaciones ofensivas, mientras que en defensa suelen tener problemas para escalonarse. Los turcos, en cambio, son limitados técnicamente pero destacan por su empeño para defenderse.

El seleccionador nacional de Japón, el francés Philippe Troussier, ha considerado que la clasificación de Japón para los octavos de final de la Copa del Mundo es «la culminación de muchos años de trabajo» y de un proceso completo que se ha plasmado con el pase ante un equipo africano como es Túnez.

Según Troussier, esta evolución es consecuencia de la combinación de muchos factores. «Quizá el fútbol japonés no se valora suficientemente desde Europa, pero la verdad es que hemos crecido mucho», indicó.