Obligado de nuevo a rediseñar su línea defensiva, el Mallorca alcanzará esta tarde en Málaga el ecuador del campeonato. Gregorio Manzano se ha quedado ahora sin Nadal, que cayó lesionado en el transcurso de la sesión preparatoria que realizó su equipo el sábado por la mañana. El central sufre una rotura parcial del ligamento cruzado posterior de su rodilla derecha y es probable que deba permanecer inactivo durante un periodo no inferior a las cuatro semanas. Sin Nadal, Manzano deberá poner en la pizarra el nombre de un eje inédito hasta el momento: Federico Lussenhoff y Fernando Niño. Se trata de un simple cambio de piezas, aunque no deja de ser otra probatura en pleno trayecto, de esas que no agradan demasiado a los entrenadores y que siempre generan algunas preguntas. Reforzado por la reciente función del Bernabéu, el Mallorca acude a La Rosaleda despojado también de otros dos futbolistas que no admiten discusión en el dibujo de Manzano -Harold Lozano y Alejandro Campano-, aunque convencido de que el Málaga se ha convertido en un equipo vulnerable.

La escuadra de Peiró, que compatibiliza el torneo doméstico con la UEFA Cup, acumula nueve jornadas y más de dos meses sin ganar, lo que le ha dejado en una situación complicada, a sólo tres puntos de los puestos de descenso. Desde que estrenó el 2003 ha sido incapaz de sumar tres puntos de golpe, aunque tampoco ha perdido. De hecho, tras tumbar al Osasuna (1-0), no ha dejado de firmar tablas: Valladolid (0-0), Deportivo Alavés (0-0), Villarreal (1-1), Real Sociedad (2-2), Barcelona (0-0) y Sevilla (9-0).

Joaquín Peiró, técnico malacitano, no contará con el centrocampista sevillano Gerardo García, sancionado, pero en cambio recuperará al defensa Miker Roteta y a Alejandro Sierra Sandro, un futbolista que se mueve por la sala de máquinas. La única duda que tiene Peiró para configurar el once inicial radica en el sustituto de Gerardo, para lo que maneja tres opciones, el catalán Miguel Angel, el croata Iván Leko o Sandro. En el bando balear, las cosas están más claras. Manzano mantendrá a Marcos Martín de La Fuente como único pivote y Àlvaro Novo le acompañará por la banda derecha. Todo a punta a que el jienense mantendrá el rombo en el centro de campo. Es un sistema en claro desuso en la Liga española, más identificada con el doble pivote, aunque el Mallorca ha ofrecido siempre su mejor aspecto con la alternativa más ofensiva. El partido ha generado una gran expectación en Málaga (el club ha regalado cinco mil entradas durante los últimos días), aunque también muchos gramos de tensión en el propio plantel andaluz. Durante el entrenamiento de ayer, Darío Silva propinó un cabezazo a Sandro y en el intento de mediar, Fernando Sanz y Joaquín Peiró se empujaron con el propio Silva. Luego, el urguayo se negó a aclarar los hechos, «aconsejado» por el propio entrenador.