El delantero camerunés Samuel Etoo protesta desde el suelo una decisión del colegiado catalán Moreno Delgado. Foto: T.M.

1 REAL MALLORCA: Leo Franco; Cortés, Lussenhoff (Campano, min. 71), Nadal, Miquel Soler; Novo, Lozano, Marcos, Riera (Carlos, min. 71); Eto'o (Tuni, min. 87) y Pandiani.

3 SEVILLA: Notario; Njegus, Navarro, Pablo Alfaro, David; Gallardo (Redondo, min. 87), Casquero, Marcos Vales (Alves, min. 76)), Víctor; Reyes y Antoñito (Toedtl, min.

GOLES
1-0, min. 14: Eto'o.
1-1, min. 42: Antoñito.
1-2, min. 53; Reyes.
1-3, min. 81: Antoñito.
ÀRBITRO
Moreno Delgado, del colegio catalán.
INCIDENCIAS
Unos 15.000 espectadores en el estadio Son Moix. Antes de empezar el partido se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de la madre del meta argentino del Mallorca, Leo Franco. Llovió de forma intensa en algunas fases del encuentro.

Xisco Cruz
Empeñado en dilapidar ante su hinchada todo el crédito que reúne como visitante, el Mallorca volvió a ofrecer su versión más siniestra frente al Sevilla. Como si le entrara vértigo, como si la palabra Europa le enfermara, el equipo de Manzano es incapaz de acelerar cuando el torneo se le pone cuesta abajo. En un día de sufragios y de paraguas, los baleares votaron en blanco; en parte porque estuvieron huérfanos de Ibagaza; en parte, porque sólo Etoo parecía conectado o porque el colegiado les atizó hasta herirles. También, porque los de Caparrós abundaron como nadie en las limitaciones defensivas de los rojillos (1-3).

La cita, que iba a estar marcada inexorablemente por los elementos, tuvo un inicio cargado de plomo, porque ni el Mallorca era capaz de gobernar el partido, ni el Sevilla se veía capaz de meterse el balón en el bolsillo. Así, el encuentro se movía a impulsos, deteriorado por el agua que iba cayendo y acelerado cuando el cuero se acercaba a las orillas. Sólo allí, con Riera y Gallardo tirando carreras, se animaba el choque. En una de esas apariciones por banda, encontró oro el Mallorca, que marcó en su primera llegada; Miquel Soler llegó hasta la línea de fondo, metió la pelota en el área, Pandiani habilitó a Samuel Etoo gracias a un mal control, y el camerunés fusiló a Notario (minuto 13). Los de Manzano volvían a ofrecer su contundencia en ataque.

Fue entonces, con el partido empinado, cuando el Sevilla decidió explotar sus alas. Antoñito empezó a manejarse por la izquierda, mientras Gallardo lo seguía probando por la derecha. En apenas cuatro minutos los de Caparrós miraron a los ojos de Leo Franco en dos ocasiones (un tiro de Víctor Salas que repelió Lozano y un disparo alto de Antoñito), como advirtiendo que era su momento. Sin embargo, daba la sensación de que a los andaluces les faltaba dinamita en el remate y de que el Mallorca se movía con cierta comodidad por el encuentro. Hasta que Gallardo volvió a encontrar muchos metros para circular por la derecha, envió un servicio al centro y Antoñito empujó el empate (minuto 42). A partir de aquí todo fueron malas noticias, porque seguía lloviendo y porque Harold Lozano se fue a la ducha por dos entradas en apenas dos minutos.

El Sevilla notó que podía lanzarse a por el partido, y en el segundo tiempo sólo necesitó 45 segundos para acercarse al gol con otro remate de Antoñito. Por aquel entonces, Moreno Delgado seguía martilleando al Mallorca a golpe de tarjetas y faltas al borde del área. En una de ellas, Reyes obtuvo premio; lanzó duro y raso a la izquierda, Franco se movió hacia el otro lado y los de Nervión tomaron ventaja (minuto 54). Con un hombre más sobre la arena, los de Caparrós camparon entonces a sus anchas. Casquero y Víctor Salas se adueñaron de la bola y el equipo balear padeció. Los isleños se encomendaron a Etoo, que estuvo cerca de empatar en un servicio en profundidad de Pandiani. Luego, el africano fue desplazado en el área por Pablo Alfaro en una acción que acabó por irritar a la hinchada y que confirmó que no era el día del colegiado catalán.

Manzano se atrevió a prescindir de un defensa y metió a Carlos en busca de velocidad. Con la zaga en cueros, el Sevilla aprovechó para rajar el partido. Reyes corrió por la izquierda y Antoñito cerró la cuenta. Europa queda algo más lejos.

Ariel Ibagaza fue la gran ausencia en el once inicial de los mallorquines ante el Sevilla. El centrocampista argentino no pudo actuar debido a una elongación en el músculo sóleo de su pierna izquierda que se produjo el sábado, algo que dejó a los baleares huérfanos de talento y creatividad de cintura para arriba. Marcos Martín y Harold Lozano trataron de llenar el hueco que dejó el sudamericano, pero sin éxito. Las otras dos novedades fueron Miquel Soler y Pandiani; el catalán suplió al sancionado Poli y el delantero uruguayo regresó al equipo titular después de superar sus problemas físicos.