Guillermo Romaní
La octava edición de la Volta Ciclista a Formentera en BTT que se inició ayer en es Pujols fue una clara prueba de que deporte, afición y turismo son la combinación perfecta para desafiar las inclemencias meteorológicas. La tradicional prueba cicloturista que conjuga deporte, turismo y conocimientos de los aspectos culturales, históricos y patrimoniales de la isla, se inició a las doce de la mañana en es Pujols con 170 participantes que afrontaron un recorrido de 30km que les llevó en primera instancia hasta la capital, Sant Francesc Xavier, donde se hicieron, bajo la lluvia, la foto de familia; tras visitar el museo etnográfico de la isla y siguiendo caminos rurales llegaron hasta la costa oeste de la isla, a es Pujol des Fum, la torre de la Gavina, Punta Pedrera y posteriormente y bordeando s Estany des Peix y a través de la Savina se dirigieron hasta la playa de Illetes, pasaron por las salines den Marroig y regresaron de nuevo a es Pujols adonde llegaron rebozados de barro pero sin contratiempos.

Para hoy está prevista la etapa reina de la VIII BTT de Formentera, con un duro recorrido de entre 45 y 50km, que desde Pujols y por el Camí Vell de la Mola les llevará hasta es Arenals, es Caló des Mort y por un abrupto sendero los participantes ascenderán a la Mola hasta culminar su marcha en el punto más al este de la isla, el faro de la Mola para dirigirse luego hasta el Pilar donde harán un descanso degustando un refrigerio a base de productos típicos de la isla. A continuación subirán hasta sa Talaiassa, el punto más elevado de la isla con 192 metros.