El próximo domingo, a las 19,30, se disputa en el Municipal de Sant Antoni un nuevo derbi insular: el Portmany-Eivissa. En él jugarán dos futbolistas, amigos fuera del campo, pero ahora enemigos en él. Rubén Castro, jugador del conjunto de Can Misses se enfrentará al que hasta la pasada campaña había sido su capitán, Julián Marcos. Castro cree que este choque será «uno más» para ellos, pero avisa de la calidad de su rival. «Ellos van a ir a muerte por el tema de la dimisión de su entrenador y porque juegan con su público, que suele apretar. Además, cuando jugamos contra ellos en pretemporada me demostraron que tienen un buen equipo», dijo.

Por su parte, Julián Marcos afirmó que el choque del domingo es «importantísimo» para ellos porque «necesitamos estrenar nuestro casillero de puntos, porque el equipo por trabajo y ocasiones se lo merece, y para ganar confianza», argumentó.