Los partidos entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona centran el interés de mucha gente y el vestuario del Real Mallorca no puede quedar exento de la atención que suscita el enésimo partido del siglo. El barcelonista Fernando Navarro y el madridista Borja Fernández no sólo defienden la elástica bermellona en calidad de cedidos, sino que habitualmente comparten habitación en las concentraciones del grupo de Héctor Cúper.

El sábado a las 19:00 ambos aseguran que se sentarán juntos delante del televisor para seguir el partido, pero las bromas sobre el clásico ya hace tiempo que han empezado.

«Llevamos desde Kossen con el cachondeo, pero es normal, nos tienen envidia», comenta entre risas Borja, que prioriza un buen resultado ante el Espanyol sobre una victoria de los hombres de Luxemburgo sobre los de Rijkaard.

«Somos compañeros de habitación y es peligroso verlo con él, pero dependerá un poco del hotel», apunta el madridista, mientras que el lateral zurdo comenta que «hacemos bromas, pero supongo que lo veremos y ya habrá tiempo para hacer cachondeo».

El defensa culé, que no jugó ante el Cádiz por sanción, también ofreció su particular visión del encuentro del sábado: «Es un partido complicado para los dos, aunque el Madrid tiene más presión porque está debajo de la clasificación y querrá demostrar delante de su afición que no está por debajo, mientras que el Barça tiene una línea ascendente en los últimos partidos y llega quizás con más confianza y menos presión».

Acerca de la diferencia entre uno y otro contendiente, Fernando Navarro considera que «Etoo es un jugador muy determinante, pero en el Madrid están Ronaldo y Raúl que también lo son. La diferencia es el conjunto, ya que el Barça juega más como equipo y es más regular y el Madrid si tienen un día bueno con los jugadores que tiene te la pueden montar».

Tanto Fernando Navarro como Borja Fernández se permitirán el lujo de dejar de pensar en el Espanyol durante los 90 minutos del clásico, pero los dos quisieron dejar bien claro que lo más importante es lograr un resultado positivo de su visita a la Ciudad Condal, donde espera un equipo al que las urgencias empiezan a acuciar. Lo primero es lo primero, pero un Madrid-Barça bien merece un seguimiento y más cuando los que miden sus fuerzas son tus clubes como es el caso de los mallorquinistas.