«En un primer momento, siempre piensas lo peor, pero gracias a Dios no ha sido tan grave». Estas palabras definen el sentimiento de Vicenç Reynés en los instantes posteriores al accidente que sufrió el pasado domingo cuando, durante su entrenamiento diario, fue atropellado por un vehículo y se fue al suelo junto al también ciclista del Illes Balears-Caisse d'Epargne, Tino Zaballa. El profesional de Deià se recupera favorablemente del edema que padece en el hombro derecho y el leve esguince cervical que componen el cuadro clínico diagnosticado por los médicos en la Clínica Palma Planas, hasta donde muchos amigos, familiares y compañeros de escuadra se acercaron para conocer de primera mano el estado de salud del benjamín de los ciclistas profesionales mallorquines. Su colega y vecino Joan Horrach fue de los primeros en acercarse, además de Toni Tauler y los responsables de la escuadra en la que militará, al menos, durante las dos próximas temporadas.

Reynés iniciará un período de descanso y recuperación que no se prolongará más allá de dos semanas. Se perderá la Challenge, pero podrá volver pronto a pedalear. «Ya tengo ganas de empezar a entrenar. Espero que no me trastoque mucho los planes, quiero estar a punto para abril y poder dar lo máximo para el equipo», explicaba un Reynés animado, pero que todavía sufría ligeros dolores en el hombro y las cervicales, las partes más tocadas del corredor balear.

Reynés explicó que las circunstancias del accidente eran imprevisibles. «No te esperas que vaya a cruzarse, me caí al suelo y llegué a creer que me había roto el brazo o la clavícula. Por suerte ha sido menos importante de lo que parecía y ahora espero que en un par de días se me vaya el dolor y pueda empezar a hacer vida normal», comentaba Vicenç Reynés, quien hoy recibirá el alta médica.

Aliviado se mostraba también el director deportivo del Illes Balears-Caisse d'Epargne, Eusebio Unzúe. El técnico navarro recordaba que en su dilatada trayectoria «no es la primera vez que nos pasa, pero en este caso es una pena, porque se encontraba muy bien y tenía ganas de correr ante su gente, pero es joven y tendrá más oportunidades. Lo importante es que se recupere bien», añadiendo que «en diez o doce días, podremos volver a contar con él». De la misma manera, pidió «que se tenga un poco más de cuidado con los ciclistas en la carretera, pues son frágiles».