CIFEC HC EIVISSA: Mateo Navarro, José Joaquín Rodríguez (3), Diego Polanco (2), Jorge Chaler (2), Hugo Suárez (8), Prohías (5) y Santi Maíllo (3) -equipo inicial- También jugaron Àlvaro, Fran Rubio (3), Miguel López (7), Miguel À. Escandell, Vicente Patricio, Vicente Bufí y Carlos Roig.

FC BARCELONA: Oriol Olivera, J. Gómez (4), Isaac Ferrer (1), Marc Raga, Pedro Iglesias (4), Albert Itchart (3) y Cristian Ugalde (3) -equipo inicial- También jugaron F. Martínez, Jorge Maqueda (4), Àlex Ciprés, Euriz Escoda (2), Jordi Buendía (2) y Àlex Llorenç (4).

Marcador cada cinco minutos: 3-3 (5'), 5-7 (10'), 8-7 (15'), 11-10 (20'), 13-14 (25'), 16-18 (30'), 19-18 (35'), 23-21 (40'), 27-21 (45'), 29-21 (50'), 32-23 (55') y 33-27 (60').

Àrbitros: Bustamante y Pascualens (Navarra). Excluyeron con dos minutos a Jorge Chaler (2), Hugo Suárez (2), Isaac Ferrer (2), Fran Rubio, Jordi Buendía y Jorge Maqueda.

Incidencias: Es Pratet. Buen ambiente, con cerca de 350 espectadores.

C. Vidal
El público presente ayer por la tarde en Es Pratet puede presumir de haber visto caer a todo un Barcelona a manos del CIFEC HC Eivissa. El conjunto que dirige Fernando Pastor hizo historia y ganó por primera vez a uno de los grandes de la categoría. Además, lo hizo con solvencia, volviendo loco a los azulgrana en una gran segunda parte local, sobre todo en defensa, en la que el parcial habla bien a las claras: 17-9.

Nada hacía presagiar en el primer tiempo que el Barcelona iba a acabar arrollado. El conjunto azulgrana, aunque no era capaz de despegarse del todo, se puso durante muchos minutos por delante en el marcador y llegó al descanso con una mínima ventaja (16-18). Tras la reanudación, llegó la debacle visitante. Los azulgrana se veían incapaces de superar la defensa local, con Mateo Navarro enorme bajo los tres palos. El guardameta, sin duda uno de los mejores de toda la categoría, fue el gran artífice de que su equipo sumara casi once minutos sin encajar un gol y, de un resultado de 23-21 del minuto 40, se pasó al 30-22 en el 51. Hugo Suárez y Miguel López, por el contrario, no fallaban tanto como el rival e hicieron que la ventaja en el marcador fuese cada vez mayor, aunque los azulgrana maquillaron un poco el resultado en los últimos cinco minutos.

De todas formas, Es Pratet era una fiesta e, incluso antes de concluir el partido, los aficionados estaban de pie aplaudiendo y coreando el nombre de los jugadores ibicencos.