Joaquín, trabado por un defensor en la lucha por un balón. Foto: SONIA GAITÁN

Iván Muñoz
Buena temperatura, dulce momento de juego y un rival asequible. La ocasión se le presentaba que ni pintada al Eivissa para brindar una exhibición ante las cámaras de IB3 y terminar de meter el miedo en el cuerpo a los equipos de cabeza, alguno de los cuales no podían evitar mirar de reojo la excepcional racha del conjunto bermellón. Pero lejos de hacer que desplegaran su mejor juego, la televisión provocó un bloqueo en los hombres de Carlos Simón. Como si hubieran salido más preocupados de lucir bien en los salones y bares insulares que de dar un nuevo tirón hacia la promoción. La técnica hoy nos bastará, debieron pensar, pero la Tercera División lo sigue siendo por muchos micrófonos de ambiente y metros de cable que se pongan alrededor del terreno de juego. Esta categoría no entiende de espectáculo.

Durante los diez primeros minutos, los jugadores del Eivissa parecían más preocupados de descubrir su perfil bueno que del Poblense, por eso fueron los visitantes los que crearon la primera ocasión: Manel recorta a Yeyo y Paco Muñoz despeja de puños en el primer palo. Toque de atención para un equipo que se puso manos a la obra y llegó en el minuto 13 a los dominios de Toni Mateu gracias a una jugada de Joaquín que no supo culminar Javi Fernández. El Poblense presionaba bien y dificultaba la construcción del juego, pero los locales hacían valer su calidad para llegar de vez en cuando. Donoso aprovechó un fallo de la defensa para recoger el balón en el área, pero cruzó demasiado. Fue el delantero quien tuvo la ocasión más clara al filo del descanso tras ofrecer un recital de quiebros y recortes, pero su tiro ajustado al palo salió por poco. Buti y Sebastián lo habían intentado antes también sin fortuna, y el Poblense tuvo su oportunidad al rematar un corner a la media hora.

Todos confiaban en un Eivissa más volcado tras la reanudación. Se equivocaban. Hasta el minuto 53 el balón no llegó al área visitante, y seguidamente Javi no acertó a culminar una buena jugada individual. A ellas parecían encomendarse un conjunto local que no se encontraba sobre el césped cuando llegó el mazazo: Segales centra al área desde la banda y Kuki aprovecha la falta de entendimiento entre Buti y Olmos para cabecear a la red. A partir de ahí el cortocircuito fue total. El Poblense se parapetó bien atrás a la vez que sus delanteros presionaban la salida de un rival que, privado de su cerebro May, no buscó otras alternativas. Pocos guardarán el vídeo del partido.