El Eivissa se afianza en el primer puesto.

Gustavo L. Sirvent
Golpes de autoridad como los que ofreció ayer la Sociedad Deportiva Eivissa son los que marcan la diferencia respecto al resto de equipos que le preceden. Ese latigazo de supremacía llegó ayer de la mano de Manel, que con un 'hat trick', dio el título honorífico de campeón de invierno al bloque pitiuso, que no conseguía desde el curso 91/92.

La calidad del ex ariete del Sabadell, unida a la de Raúl Garrido (son dos hombres de superior categoría) bastaron para doblegar a un Andraitx que aguantó con decoro la primera mitad, pero que claudicó al superior potencial de su rival tras el descanso.

El partido tuvo dos caras diferenciadas: la primera mitad en la que faltó desborde por bandas y mayor profundidad; y la segunda, en la que hubo mayor intensidad, con velocidad por las bandas y, sobre todo, con mayor presencia en la punta de ataque con la entrada de Manel.

El delantero catalán, autor de los tres tantos de ayer con los que ya suma cuatro en tres encuentros, fue la sorpresa de la alineación titular al quedar relegado al banquillo. El técnico del equipo local, Luis Elcacho, apostó por Peña como único delantero, situando a Rubén Soler como media punta y abriendo las bandas con Fofi por la izquierda, que volvía al once inicial, y Raúl Garrido por la derecha.

El planteamiento no obtuvo sus frutos durante los primeros cuarenta y cinco minutos, sobre todo porque el Andraitx estuvo bien situado sobre el terreno de juego y no dejó espacios en la línea de creación.

La prueba de que Sa Deportiva no encontraba la senda del gol fue que sólo disparó dos veces a puerta en el primer acto; una en el comienzo del choque por mediación de Fofi y la segunda un disparo de Xavi Gràcia que detuvo sin problemas el meta visitante Reina. Fueron los dos únicos argumentos de los rojillos.

Llegó el tiempo de asueto sin cambios en el electrónico y el paso por los vestuarios le sentó mejor al Eivissa, sobre todo cuando Elcacho le dijo a Manel que hiciera su trabajo como mejor sabe. El delantero se lo tomó al pie de la letra y en tan sólo quince minutos marcó los tres tantos de la victoria.

Gran parte de culpa también la tuvo Raúl Garrido, que desde la banda derecha fue el socio perfecto para que el ex ariete del Logroñés se abasteciera de sus centros y pudiera convertirlos en gol. El primero de ellos llegó en el 65 producto de esta sociedad. El primero centra y el segundo, ante la pasividad defensiva de los zagueros del Andraitx, inaugura el marcador. Ahí se acabó la resistencia del conjunto visitante.

El 2-0 se forjó cinco minutos más tarde, nuevamente con los mismos protagonistas. Fue una jugada trenzada que comenzó Raúl Garrido, que puso un pase al área pequeña para Rubén Soler, quien, de cabeza, dejó solo a Manel, que sólo tuvo que empujar con la testa a la red.

Para zanjar el 'hat trick', el ariete remató un pase de la muerte de Rial y certificó el triunfo definitivo en el 80.

El entrenador del Eivissa, Luis Elcacho, reconoció que el equipo ya ha cumplido el objetivo de quedarse campeón de invierno, que para él se ha conseguido «con bastante solvencia», dijo. «Firmaríamos acabar así, nos hemos acoplado bien y las sensaciones son de que no hemos llegado al límite de nuestras posibilidades. Aparte, una cosa importante es que en esta plantilla puede jugar cualquiera», apuntó el técnico, quien agregó: «estoy encantado. Tengo un grupo humano espectacular y eso nos está dando la vida».

En cuanto al partido en sí, resaltó que «para llegar a la segunda parte con claridad tienes que hacer labor de desgaste en la primera y no es fácil. Los goles son mérito del trabajo de todo el equipo», sentenció.