Mariano Ripoll, Luisjo y Jandro, ayer durante la rueda de prensa de despedida del jugador.

Carlos Vidal
Ha sido el jugador más determinante del Arzuaga en su año y medio en División de Plata. Sin embargo, desde ahora, el club debe aprender a seguir sin su máximo goleador. Luis José Solis Noval, Luisjo, se despidió ayer en rueda de prensa y pone rumbo a Guadalajara para volver a jugar en la máxima categoría del fútbol sala española. La falta de metas esta temporada del equipo ibicenco, ya sin opciones de luchar por el ascenso, precipitaron su marcha. «Si los objetivos se hubiesen cumplido y estuviésemos peleando por subir de categoría, quizá ni me lo hubiera planteado. Pero las cosas no han ido bien, me surgió la posibilidad de recalar en el Gestesa Guadalajara y creo que esta decisión es lo mejor para mí y para el equipo», asegura el jugador.

En el club se resignan, no pueden hacer otra cosa, al adiós del asturiano. «No hacía falta ser ninguna lumbrera para imaginar que el pichichi de División de Plata iba a tener muchas ofertas de superior categoría. Más cuando ya estaba recuperado de su lesión de tobillo y el equipo no marcha demasiado bien. Era una gran oportunidad para él, porque quizá era su último tren a División de Honor y desde el club sólo podemos desearle lo mejor», declara Mariano Ripoll, jefe de prensa del Arzuaga.

Este sábado, ante el Bajo Aragón Caspe, se disputará el primer encuentro sin Luisjo. «Me hubiese gustado despedirme jugando en casa y ante la afición, pero yo no sabía que el partido del domingo ante el Tabicor Inca iba a ser mi último con el equipo. Fue una vez acabado ese partido cuando hablé con el presidente del Guadalajara y con el Arzuaga y acordamos el fichaje», añade Luisjo, que podría debutar este sábado con su nuevo equipo en la Copa de España ante el Benicarló.

Para Jandro Àlvarez, técnico del Arzuaga, la marcha del pívot asturiano es todo un mazazo, pero asegura que no habrá cambios en la plantilla de aquí al final de temporada. «Vamos a seguir con el resto de los jugadores y no habrá ningún refuerzo. Lógicamente es una baja muy importante porque era la referencia del equipo en ataque, pero habrá que continuar sin él», afirma el entrenador leonés, que añade con amargura que «ya es la segunda vez que Luisjo se va de un equipo mío para recalar en División de Honor».

Es el momento de hacer balance. «Ha sido un año y medio en el que todo ha salido a pedir de boca. La pasada temporada fue buenísima y acabé pichichi de la categoría. Sin embargo, la presente temporada, por desgracia, no ha sido igual. Me lesioné en pretemporada y empecé a jugar a partir del séptimo u octavo partido, por lo que ya no fue lo mismo. Pero me voy con muy buenos recuerdos de este club y espero que con la plantilla que hay no tenga problemas esta campaña», concluye Luisjo.