Fofi se lleva un balón por la banda izquierda y es acosado por Ordina, que intenta frenar su progresión. Foto: GERMÁN G. LAMA

Gustavo L. Sirvent
Los puntos de vista de una victoria, por norma, suelen ser variados a la par que variables: igual los aficionados quedan satisfechos con su equipo o igual vencen 2-0 y todavía quieren más. En el segundo caso habría que englobar al Eivissa en el choque de ayer frente al Binissalem. Los aficionados disfrutaron de unos veinte primeros minutos memorables en los que se consiguieron dos dianas, pero los otros setenta se dedicaron a contemporizar y a jugar con el marcador sin más ambición que la de retener los tres puntos en el bolsillo.

El Eivissa perderá para el próximo partido frente al Alaior a Raúl Garrido y a Rial, que deben cumplir un partido de sanción por acumulación de cartulinas amarillas. Por el contrario, recuperará a Isi, que ayer no entró en la convocatoria por estar sancionado.

Aún así, el bloque que dirige Luis Elcacho continúa líder una jornada más y ya saca siete puntos al quinto clasificado (la Peña Deportiva), por lo que se ha dado un paso más hacia el objetivo de la promoción de ascenso.

La apertura del encuentro, sobre todo los primeros veinte minutos, fue para enmarcar por parte del grupo ibicenco. Juego vertical con velocidad en la circulación de balón y llegadas continuas al área, si bien el primer tanto fue producto de un despiste defensivo. Cuando los aficionados todavía entraban por la puerta del estadio, Amorós cedió atrás para su portero, pero su entrega fue blanda y Peña, muy vivo, se adelantó, robó el cuero y marcó a placer.

Un minuto antes, el colegiado se tragó un posible penalti sobre Manel, en lo que sería el prolegómeno del vendaval ofensivo de los pitiusos. Desde el minuto 6 al 15 hubo tres ocasiones claras de Rial, Raúl Garrido y José que no fructificaron. Al cuarto de hora, Manel volvió a sacar petróleo de otro error defensivo de su adversario y colgó el 2-0 del electrónico y sumó así su sexto tanto en Liga.

Ahí se acabó el bagaje atacante de Sa Deportiva, que intentó llegar a la meta visitante con más soltura, pero su rival estuvo encerrado atrás todo el choque.

Con el resultado a favor, el bloque pitiuso intentó, sin éxito, seguir llegando con peligro a la meta defendida por Monse, que a medida que transcurrían los minutos era un espectador de lujo por la ausencia de llegadas a su área, como también lo fue el meta del Eivissa, Gaspar.

La segunda parte fue más de lo mismo, es decir, un equipo, el de Vila, controlando el balón y esperando a un rival que se encerró atrás renunciando descaradamente al balón. Decía Elcacho a la conclusión del choque que a sus hombres les iba a venir bien «sufrir un poco». Piensa el técnico ilerdense que regalando el balón e intentando esperar a su oponente también se puede trabajar de cara al hipotético play off. Seguramente los aficionados no opinen lo mismo porque piensan que el bloque ibicenco puede dar más sin mostrar un conformismo cristalino, como demuestra que sólo disparasen a puerta una vez en la segunda mitad. Fue Peña, que disparó alto y sin peligro para la meta de los visitantes.

Luis Elcacho, técnico del Eivissa, reconoció que lo más importante del choque de ayer fueron los tres puntos, si bien no cree que su equpio pueda aguantar 90 minutos jugando como los 20 iniciales. «A todos nos gustaría dar espectáculo, pero delante hay un rival, que a pesar de ir 2-0 no abrió sus líneas. Hemos sido más prácticos y a la gente no le ha gustado demasiado», dijo.

El entrenador catalán cree que no se ha de criticar al equipo porque continúa líder. «Todas las críticas son injustas, porque llevamos ganados once partidos en casa», argumentó Elcacho.