Manel, ariete de los ibicencos, bate a Canet, portero del equipo visitante. Foto: GERMÁN G. LAMA

Gustavo L. Sirvent
Según reza un proverbio de la antigua Grecia, la superioridad consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia. Esta máxima debe servir al Eivissa de cara a lo que le resta del campeonato, porque ayer fue netamente superior al colista, el Sóller, que poco pudo hacer ante el ritmo de juego que imprimió el cuadro deportivista, sobre todo en la primera parte.

Además, el bloque pitiuso aprovechó el tropiezo de sus perseguidores para abrir brecha y consolidar su liderato todavía más. Ahora está a seis puntos del segundo, el Mallorca B, que volvió a pinchar ante el Andratx y está a once puntos del quinto, la Peña Deportiva.

El monólogo en el que se convirtió el encuentro invitaba a reflexiones más técnicas, sobre todo en la alineación inicial que puso en liza Luis Elcacho. El preparador ilerdense, motivado por las bajas de Joan Castillo y Fofi por sanción, colocó a Buti y Rial como centrales, Sergio Fernández por la derecha, en detrimento de José que no entró en la convocatoria, y Quique por la izquierda. Pero la gran novedad estuvo en el centro del campo. Suso, que cuajó una excelente actuación, desbordó siempre que quiso por la derecha. Por la izquierda jugó un voluntarioso Rubén Soler, mientras que el centro del campo fue de auténtico lujo y, sobre todo, de superior categoría: Xavi Gràcia y Raúl Garrido. Entre ambos dieron verticalidad al juego, y siempre que pudieron, abrieron a las bandas sin buscar el juego directo y el pelotazo.

Durante los primeros treinta y cinco minutos el Eivissa se gustó. Manel abrió la lata cuando los espectadores todavía estaban tomando asiento, tras aprovechar un despiste de la defensa mallorquina dentro del área.

Nuevamente, el ariete de Sabadell volvió a golpear por segunda vez en el 12, después de que Peña disparase a puerta, el portero no atajara el esférico y epanzer estuviera en el sitio oportuno para remachar a gol.

Una preciosa jugada personal de Suso sirvió para levantar aplausos de la parroquia local, aunque su lanzamiento lo paró el guardameta visitante Canet.

El ritmo trepidante que le dio Sa Deportiva a la contienda provocó que antes de la media hora llegara el tercero de la tarde. Suso colocó un pase en profundidad a Peña, que se desmarcó bien y finalizó cruzando el balón a gol.

A partir de ese instante, el grupo ibicenco dispuso de tres ocasiones más en las botas de Quique con un disparo lejano, de Suso de jugada personal en la que se llenó de balón, y de Rubén Soler a pase de Quique, que tampoco tuvo consecuencias.

La segunda mitad estuvo de más. El Sóller optó por encerrarse con sus diez jugadores de campo atrás, a pesar del 3-0, y el Eivissa que intentaba hilvanar jugadas por banda, pero la acumulación de hombres impedía mayor profundidad.

Hasta el minuto 88 que marcó Rial de cabeza a pase de Quique, no hubo ninguna ocasión más.

El entrenador del Eivissa, Luis Elcacho, señaló que la superioridad de su equipo le hizo relajarse en la segunda mitad. «El equipo ha salido muy metido y cuando ha visto que todas las acciones de ataque eran ocasiones de gol ha bajado el pistón. Era una cosa que podía pasar. La segunda parte ha sido tediosa», señaló.

A la media hora de juego, el preparador deportivista sustituyó a Raúl Garrido por Sergio Moreno, con un único fin: «Es para dosificarlo, porque es uno de los jugadores que más minutos ha jugado y hay que dosificar», indicó Elcacho, quien quiso «premiar» a Sergio Moreno dándole minutos.

El entrenador del Eivissa cree que su equipo llega «más tranquilo, pero no relajado», a los partidos ante Balears y Peña.