R. J. Palomo Luis Elcacho nació en Lleida hace 43 años y desde pequeño dedicó su tiempo y preparación al fútbol en la UE Lleida. Este fin de semana visita Can Misses el club de su ciudad natal, el equipo en el que comenzó a dar sus primeros pasos como futbolista primero, y entrenador después.

Desde sus inicios en el fútbol base hasta su debut con el primer equipo pasaron muchos años, pero Elcacho tuvo su oportunidad siendo todavía un chaval.
«Empecé en las categorías inferiores y con 17 años me dieron la oportunidad de jugar con el primer equipo en Segunda B y luego pasé al Oviedo donde estuve cinco años. He pasado media vida deportiva en el Lleida y la otra media en el Oviedo», comenta el máximo responsable de la plantilla del Eivissa.

El conjunto catalán militó en Primera en la temporada 1993/94, año en el que Elcacho jugaba con el equipo ovetense. El entrenador del Eivissa recuerda aquellos bonitos momentos de su club de toda la vida: «Seguí al equipo desde la distancia. Habían hecho campañas muy buenas pero llegaron a la pretemporada con 12 jugadores y sólo duraron un año en Primera. Ficharon deprisa y corriendo pero les superó la situación». Su regreso al Lleida se produjo la temporada siguiente, con el equipo en Segunda división. «Volví en la campaña 94/95, cuando bajaron. De esa temporada guardo mi recuerdo más bonito como jugador, con la promoción de ascenso ante el Sporting de Gijón que perdimos y no pudimos volver a Primera. Entonces comencé a conectar con Miguel Àngel Rubio, mi mejor amigo fuera y dentro del campo. Con él he ido de la mano como técnico».

La situación económica del club empezó a debilitarse hasta el día de hoy, en que el equipo deambula por la zona media de la Segunda división B. Para el técnico catalán el problema está en que nadie quiere hacerse cargo del club: «Lo que ha sucedido es que hay una falta terrible de dirigentes. El año pasado se hizo cargo un único dueño, directivo de Mediapro, y hay muy poca gente que tire de la entidad. Apostaron fuerte y tienen uno de los presupuestos más altos de la categoría pero ahora las directrices que marcan son de austeridad. Ser un club más modesto y económico».

Sobre su futuro cuando se desvincule de la SE Eivissa, Luis Elcacho tiene clara una cosa, que a su ciudad natal no volverá para entrenar: «No me planteo volver al Lleida. Allí hay mucha presión y está tu familia, tus padres, hermanos... Es un cargo que desgasta mucho si lo realizas en tu propia ciudad. No creo que vuelva allí para entrenar». Sobre el partido del próximo domingo, el entrenador comenta que su ex equipo llega en su mejor momento: «Llevan varios partidos en un buen nivel, empataron la semana pasada ante el Terrasa y vienen en el mejor momento de la temporada. Será un partido duro que habrá que trabajar si queremos ganarlo».

Por otro lado, el técnico analizó las primeras semanas del último jugador a prueba en el club ibicenco, el brasileño Rivelino, del que tiene grandes esperanzas de cara al futuro. El técnico afirma que no es el típico «pelotudo», a pesar de su gran calidad técnica. Se trata de un delantero con raza al que se puede sacar mucho provecho de cara a un futuro no muy lejano. Según Elcacho, el joven ariete podría ser jugador del Eivissa para luego cederlo a un equipo en el que pueda tener minutos.

A cerca del guardameta carioca Wagner, señaló que no hay noticias de la Triestina, pero que hay que estar atentos a su evolución, ya que es un jugador interesante para el club.