Efe|MADRID
El Real Madrid se aferra a su eficacia en el estadio Santiago Bernabéu, donde ha ganado todo lo que ha jugado, para remontar la eliminatoria ante el Real Mallorca de Gregorio Manzano, que ha calentado el partido al afirmar que su equipo luchará contra el rival y el árbitro.

Bernd Schuster responde con ironía a Manzano. El cruce de declaraciones con el árbitro de fondo acaba con el colegiado del encuentro, Medina Cantalejo, en el punto de mira de todos, tras dos precedentes esta temporada en los que el conjunto balear acabó perjudicado en acciones puntuales. El alemán también respondió a las críticas hacia el equipo. Schuster aseguró que está «totalmente satisfecho» de su equipo y destacó no haber visto «ningún juego pobre ni malo» y que «la envidia es muy mala».

Mientras tanto, para el partido ante el Mallorca, el técnico ha dado descanso a sus dos capitanes, Iker Casillas y Raúl González, a los que prefiere reservar para el derbi del próximo domingo del estadio Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. Además, Pepe, Heinze, Metzelder, Balboa, Robben y Soldado son baja en el equipo por lesión. Para dar la vuelta a la eliminatoria, Schuster utilizará a varios de sus titulares en ataque. Robinho y Van Nistelrooy, que se estrena en la Copa del Rey, se perfilan en el once inicial junto a Higuaín.

El Mallorca, por su parte, llega al Bernabéu con ventaja tras el 2-1 de la ida y con el objetivo es marcar pronto para intentar neutralizar a un rival que se muestra intratable en su estadio.

El equipo balear ha marcado casi siempre en el Bernabéu en los últimos años, y dada la entidad del adversario, los hombres de Gregorio Manzano consideran que el gol es el único camino que les permitirá tener opciones para alcanzar los octavos de final. El conjunto mallorquín, sin embargo, cuenta con la baja de su máximo artillero, Dani Güiza, que arrastra problemas musculares.