Bernabé Rodríguez (Eivissa, 25-02-1968), es funcionario del Consell Insular y ex atleta. Tiene una nueva locura en su mente privilegiada: batir el récord de marcha nórdica en 24 horas, marca que ostenta el alemán Helmut Wimmer desde el 2006 con 164 km. y 370 metros.

Campeón de Balears de 800 metros, 1500 y maratón, Bernabé se interesó por esta disciplina, apenas conocida en España, hace un año viendo un programa de televisión. «Estaba mirando un programa en el canal 33 y descubrí el 'nordic working' a través del atleta Kari Heljaasvara, poseedor de la segunda mejor marca con 156 km.», asegura el atleta ibicenco. Esta disciplina consiste en caminar con bastones y para el propio Bernabé, «es un deporte que parece ridículo. Me siento como cuando empezó Mario Avellaneda con la marcha, que era objeto de burlas. Me llaman viejo y carca. Ir con bastones es sinónimo de persona envejecida».

El corredor realizó el pasado 18 de noviembre la vuelta a Eivissa y tal y como afirma, «el relieve de la isla es bastante sinuoso, como una caja de huevos, por lo que tuve que combinar la marcha nórdica con la carrera. Cometí algunos errores que espero subsanar ahora, como salir demasiado temprano».

Y es que para este próximo reto, Bernabé comenzará a las 13,30 horas del sábado para tratar de completar más de 363 vueltas a la pista de Can Misses y entrar así en la historia del atletismo ibicenco. Para ello, el único secreto «es hacer kilómetros. Corro por carreteras, paseos marítimos, las Salinas o ir a Sant Antoni y volver. Intento hacer unos 140 km. semanales».

Para tratar de batir el récord mundial la consigna es parar lo menos posible. El veterano corredor asegura: «Si tengo que orinarme encima lo haré» y comenta que serán sus familiares y amigos los que, cada media hora, le den barritas energéticas, bebidas isotónicas y geles para que se mantenga hidratado las 24 horas que dura el reto.

La clave para conseguir la gesta, como afirma el marchador, «va a estar en la capacidad psicológica. Hay que ser fuerte de cabeza y no tener problemas físicos. Tener sangre fría en los momentos de crisis y no aflojar el ritmo. Que las piernas te respondan, tener buenas sensaciones y que te den ánimos».

Los principales obstáculos que se encontrará el ibicenco son correr en solitario, el viento y las curvas de la pista. «Dar vueltas a un circuito de 452 metros es muy complicado porque sobrecarga mucho la espalda y la cadera. Lo ideal hubiera sido hacerlo sobre un circuito urbano, pero no es posible cortar el tráfico 24 horas», señala.

«Para que la gente se haga una idea -comenta Bernabé sobre el reto- es como caminar cuatro veces desde la playa de las Salinas a Portinatx en 24 horas».

El marchador no quiere especulaciones sobre la legalidad del reto, por lo que el recuento de las vueltas correrá a cargos de atletas independientes como Esteban de las Heras, que verificará el que no se cometa ninguna irregularidad. El domingo sabremos si el esquiador 'sobre cajas de huevos' logra la histórica hazaña.