El fútbol, en ocasiones, también es justo. Esta vez lo ha sido con la Peña Deportiva, un equipo que en los últimos cinco años ha disputado cuatro play offs de ascenso a Segunda División B y que, hasta ayer, no lo había conseguido. Ha sido justo con los rivales y lo ha sido con los arbitrajes. Fernández Arjona, en ese sentido, estuvo soberbio y no se dejó intimidar por algunos de los aficionados del Don Benito. También ha sido positivo el cambio de rivales. Hasta ahora, la Peña siempre se tropezaba con la misma piedra, ante equipos valencianos y catalanes, que suelen ser los más fuertes del fútbol nacional y, si no, sólo hay que contar los representantes que suman en el fútbol profesional. El año pasado se cambió el formato y el sorteo ya era puro, algo que demostró ser positivo para los equipos de Balears con el ascenso de la SE Eivissa, que dejó en la cuneta al Sporting B y al Andorra de Teruel. En esta ocasión, han sido hasta dos los equipos del archipiélago que han subido de categoría, la Peña y el Atlétic Balears, lo que demuestra que el fútbol de las islas no es tan flojo como algunos dicen y que era necesario un cambio para que todos los conjuntos tuviesen igualdad de oportunidades.

De todas formas, se suele decir que lo fácil no es subir, sino mantenerse. La Peña tiene por delante un trabajo arduo para intentar hacer un proyecto viable para Segunda División B. La categoría, ya se ha visto este año con el Eivissa, es de infarto y hay que estar bien armado para tener opciones de permanencia. Eso supone, primero, un fuerte desembolso económico, aunque las instituciones tendrán mucho que decir en ese sentido. Después hay que fichar con acierto, aunque sin desarmar el equipo, lo que significa que Dani Mori y prácticamente toda la plantilla se han ganado a pulso la renovación. Es de justicia.

Carlos Vidal