La selección española de balonmano juvenil femenino estrenó ayer su casillero de victorias en el Campeonato del Mundo de Bratislava (Eslovaquia). El conjunto nacional derrotó a Argentina por 28-20 (14-10 al descanso) y se resarció de la derrota en la jornada inaugural ante Serbia (22-23). El partido, a pesar del marcador, no fue fácil para las españolas ante una selección argentina muy correosa y que intentó trabar el encuentro frenando a las mejoras jugadoras rivales, como es el caso de Ana Ferrer. La ibicenca sólo pudo anotar un tanto en un encuentro en el que el seleccionador, Jenaro Baz, movió bastante el banquillo. Con esta victoria, la selección puede sellar su pase a la segunda fase si vence esta tarde, a partir de las 18,00 horas, a Japón. El rival, a priori, es el más asequible del grupo, como demuestra su derrota del viernes ante Argentina por 30-26 y la de ayer ante Serbia. En todo caso, España logra una importante renta ante el país suramericano en el caso de que dé la sorpesa venciendo a Serbia y que ambas selecciones empaten a dos victorias.