Dani Mori ha guardado silencio en los últimos días, mientras sopesaba la oferta realizada por la junta gestora de la Peña Deportiva y otra de un club que no quiere nombrar «porque aún no hay nada cerrado», aunque los rumores apuntan a que será coordinador del fútbol base del Mallorca. Finalmente, el técnico asturiano decidió no continuar en el conjunto de Santa Eulària que, poco después, fichó a Luis Elcacho. «La propuesta de la Peña ha llegado demasiado tarde», afirma Mori, que tiene palabras de agradecimiento para los nuevos gestores del club y no tantas para la antigua junta directiva.

- ¿Ha sido una sorpresa para usted el fichaje de Elcacho?

- No. En mi caso llevaba dos días negociando con la nueva junta, pero tenía muy avanzada mi incorporación a otro club. Si la llamada de la Peña hubiese sido hace un par de semanas, seguro que hubiese continuado en el equipo, pero llegó un poco tarde. Una vez que decidí que no continuaba, el club llamó a Elcacho y yo estoy contento, porque se llevan a un buen entrenador.

- ¿Está decepcionado por la actitud de la directiva saliente?

- Sí es cierto que me hubiese gustado que me llamaran para explicarme la situación. Pero fue una decisión de Miguel y de Toni Torres y yo tengo que aceptarla. No soy una persona que le gusta buscar la polémica así que no quiero hacer reproches. Vine a este club sin hacer mucho ruido y me iré de la misma forma. Eso sí, los resultados están ahí y estoy orgulloso de haber entrenado a la Peña y de haber subido al equipo a Segunda B.

- ¿Le fue difícil rechazar la propuesta de la nueva junta?

- Desde un principio tenía una buena predisposición por seguir en la Peña. Pero pasaba el tiempo y nadie en el club me decía nada, así que tuve que ponerme manos a la obra y mirar por mi futuro. Cuando Javier Sisamón me llamó ya estaba muy avanzada mi incorporación al organigrama de ese club. Me dijo que yo tenía que ser el encargado de llevar la nave, que la plantilla que había llevado a la Peña a Segunda B era la que se merecía seguir, pero entendió que yo hubiese dado mi palabra a otro club. Lo que está claro es que el club se queda ahora en buenas manos, porque en la nueva junta gestora hay personas muy válidas.

- ¿Con que sentimiento se va de la entidad?

- De agradecimiento y de orgullo. Sólo puedo guardar gratitud a la gente de Santa Eulària y a todos los que apostaron por mí y por el equipo. Pero sobre todo estoy agradecido a los futbolistas, que han sido un grupo fantástico y que eran como mi familia. Ya les hecho de menos, como al resto del cuerpo técnico: Muriana, Jordi, Parrita y Miriam. Todos juntos hemos hecho algo histórico y espero que se valore en su justa medida.

- ¿Qué papel puede hacer la Peña en Segunda B?

-Yo creo que bueno. Los jugadores que tiene son una garantía de éxito y con los que siguen y los que se pueden recuperar se puede optar a la permanencia perfectamente. Si a eso le añadimos el buen trabajo que puede hacer la junta gestora, la experiencia de Elcacho y teniendo suerte en los refuerzos, la Peña tendrá un buen bloque.

- ¿Y ahora qué hará?

- Tengo sobre la mesa un muy buen proyecto, de gente que ha confiado en mi desde un principio y que me puede abrir muchas posibilidades. La verdad es que tengo ganas de empezar a trabajar en ese club.