Los distintos equipos del CF Rapid posan en el centro del campo de Can Misses durante la presentación del club de Vila. Fotos: IRENE G. RUIZ

Son un total de ocho equipos y una escuela de fútbol. 124 jugadores desde prebenjamines hasta cadetes. El Rapid, que sobrevive como puede a la crisis, que también afecta y mucho al fútbol de base, se presentó este domingo en Can Misses ante casi 300 espectadores.

El club, que en 2010 cumplirá sus 75 años de vida desde que fuera formado en 1935, está dirigido desde hace unos meses por una junta gestora, formada por Julián Verdera, Toni Roig, Desiderio y Gabino. La difícil situación económica y la dura competencia que presentan otros equipos del municipio, como la SE Eivissa, hacen que el club pierda efectivos. La cifra de futbolistas es baja comparado a otros años -en la temporada 2005-06, por ejemplo, se contaban con trece equipos y 187 futbolistas- y encima se ha cobrado al equipo de la categoría juvenil, que sólo hace tres temporadas militaba en División de Honor y que la pasada campaña fue el colista de la Liga Nacional. Esta temporada, los cadetes que entrena Iván Córdoba son los grandes del club.

Pero quien no se consuela es porque no quiere. El Rapid puede presumir de tener un equipo de campeones y de seguir ejerciendo su función de vivero de futuras figuras. El conjunto alevín se proclamó el año pasado el mejor de Balears en su categoría. Toni Roig fue el encargado de recoger el diploma de la Federación Balear que acredita dicho título. De las filas de ese equipo, cuyos jugadores militan ahora en el infantil, salió Kike Fajarnés, actualmente en el Atlético de Madrid. Pero es que, anteriormente, de las filas del Rapid han salido futbolistas con proyección como Enric Tarrés, en el Villarreal; Adrián Ramos y Toni Ramírez, en la Peña, o Carlos Fernández y Curuné, en el Eivissa B, entre otros.

En la fiesta del Rapid también hubo tiempo para la nostalgia. El club homenajeó a un ex futbolista como Juancho Molina, al que se le entregó una fotografía enmarcada y firmada por los jugadores del Rapid de la temporada 1973-74. «Ese año lo ganamos todo, tanto el campeonato de Eivissa como el de Balears. Fue una buena campaña», recuerda el protagonista.

El futuro

En cuanto a la jornada, todo fue redondo, salvo unos pequeños problemas con la megafonía del campo. Al ritmo de la conocida melodía de Carros de Fuego, los distintos jugadores que componen la estructura del club fueron formando en el centro del campo de Can Misses ante la mirada orgullosa de padres y familiares. Desde los más pequeños, bajo la dirección de Ramón Pallarés, el hombre-para-todo de la entidad ya que es el director de la Escuela de Fútbol y entrena, además, a los prebenjamines y al Eivissa alevín. «La Escuela parece una auténtica guardería. Es nuestro capital», afirma Toni Roig.